domingo, 28 de octubre de 2007
miércoles, 24 de octubre de 2007
10. Fotografías que guardáis como pequeños tesoros
Yo llevaba casi cuatro meses entrenando y tenía muchas ganas de competir. Creía que ya había conseguido suficiente forma física para medir mis fuerzas con los atletas de la capital.
Así es que le propuse a mi entrenador participar, el día 31 de diciembre de 1965, en la segunda edición de la San Silvestre Vallecana.
Tomé la salida en debutantes, una categoría que no se programa actualmente. Esta prueba estaba reservada a todos aquellos corredores que nunca habían tenido ficha deportiva.
En cuanto el juez de salida apretó el gatillo salí como una flecha, como si fuera una carrera de cien metros. Volví la cabeza y observé que no me seguía nadie. Todos mis rivales se habían quedado muy lejos.
Enseguida empecé a sentir en las piernas los efectos de mi atrevimiento. Bajé el ritmo, hasta ir poco más que andando. Mis perseguidores me alcanzaron y me pasaron. Al final, haciendo un gran esfuerzo, conseguí ser segundo.
Me acababa de dar una gran paliza, fue muy impetuosa mi forma de correr aquella noche. Aprendí que no debería haber corrido tan alocado. Descubrí que la energía tenía que dosificarla.
El comportamiento que tuve, de salir tan rápido, lo repetí más veces en mi vida deportiva, pero fui cogiendo veteranía que me valdría para afrontar retos más difíciles. Yo tenía entonces dieciocho años, y ninguna experiencia.
Al día siguiente en el periódico Madrid publicaron los resultados de la carrera. Sentí mucha alegría al ver mi nombre y mi apellido impreso en letra negrilla.
La categoría absoluta la ganó Jesús Hurtado, del Real Madrid.
Recordar, restituir la memoria de lo que un día, hace ya muchos años, se fijó en mí, me está resultando de gran contento.
Desde esta página quiero haceros un llamamiento, a todos los que habéis estado o estáis en el club Atlético Getafe.
Que abráis vuestros álbumes y me enviéis aquellas fotografías que guardáis como pequeños tesoros, para que podamos volver a vivir aquellos momentos felices que tuvimos, y también se los hagamos vivir a nuestros amigos; que a mi me parecen tan lejanos en el tiempo pero muy cercanos en nuestro recuerdo.
miércoles, 17 de octubre de 2007
9. El Cerro ha sido y es un lugar de entrenamiento emblemático
Aquel sábado del año 1966 parece que por fin se iba a cumplir uno de los deseos que yo tenía y que más me ilusionaba: conocer El Cerro de los Ángeles.
Fuimos andando por un paseo paralelo a la Base Aérea, que nos llevaba a la Estación Larga, o de Alicante, que así la llamaban. La carretera estaba cubierta de adoquines.
Los automóviles que circulaban aquella mañana no eran muy numerosos. Tenían que detenerse un buen rato en el paso a nivel con barreras que había junto a CASA, esperando a que pasara el tren. Nosotros, los peatones, cruzábamos las vías con mucho cuidado.
Atravesar la carretera de Andalucía no nos supuso mucha dificultad.
Cuando llegué al Cerro, pude comprobar que los vehículos aparcaban a ambos lados de la carretera que subía a la Ermita, donde moraba la imagen de la Virgen de Los Ángeles.
Los pinos no estaban muy crecidos, y todo el perímetro lo protegía una alambrada que impedía el paso.
Años más tarde me contó Manolo Solís, que la última repoblación del pinar se hizo a principios de los años cincuenta y que él y sus amigos participaron muy activamente en la plantación.
El Cerro ha sido y es un lugar de entrenamiento emblemático para todos los atletas de Getafe.
Durante más de cuatro décadas hemos disfrutado de un pulmón de oxigeno excepcional, que nos ha permitido, en un entorno maravilloso, conseguir la forma necesaria para poder competir en multitud de pruebas, tanto a nivel local, como provincial, nacional o internacional.
Conocí a un grupo de jóvenes que se tomaban el atletismo muy en serio. Jesús Fernández Vieira, Jesús Coronel Franco y Román Morales Soto. Ellos serian unos años más tarde los que me apoyarían en la idea de fundar el club Atlético Getafe.
Pocos días después de mi primera visita al Cerro empezamos a ir a entrenar. Quedábamos a las seis de la tarde, después de salir del trabajo.
Tuvimos que hacer una abertura en la alambrada, para poder introducir la moto que yo llevaba, una Lambreta, y las bicicletas de mis amigos.
Han pasado más de cuarenta años desde aquella primera visita al Cerro de los Ángeles. Cuando me encuentro con algunos de mis compañeros de entonces, que todavía siguen corriendo, advierto en sus caras las marcas de la edad, pero todavía conservan la envergadura ligera y enjuta de alguien mucho más joven.
Tuvimos que buscar caminos por donde pudiéramos transitar sin que peligrara nuestra integridad física.
Un fino velo de melancolía soñadora, una espesa niebla sentimental, de emociones secretas se está apoderando hoy de mí…
El contacto con la naturaleza potenció nuestras capacidades. Nos encaminó al descubrimiento de unos sólidos y bien estructurados impulsos reflexivos que todavía hoy permanecen, y que el paso del tiempo no ha sido capaz de borrar.
La naturaleza me encanta, es el último refugio y al estar en contacto con ella conseguimos equilibrio y vigor.
Lo lamentable es que en este mundo globalizado apenas se le preste atención.
Marino Hernández Hernández, realizó en INEF, el 09/05/1976, en la prueba de 400 metros lisos, un tiempo de 53.3.
martes, 16 de octubre de 2007
Muchas felicidades Juanjo
Abandonar tu pueblo para buscar nuevos horizontes, es algo que nos ha pasado a muchos españoles.Yo salí de Fuente Álamo (Albacete), el 02/09/1965 y mis recuerdos me han acompañado hasta hoy. Muchas felicidades Juanjo.
martes, 2 de octubre de 2007
7. Podíamos correr descalzos por la hierba
miércoles, 26 de septiembre de 2007
6. El 24/01/1966 empecé a trabajar en CASA
El mes de octubre estaba bastante avanzado. La mañana que tenía que hacer el examen, para intentar ingresar en C. A. S. A., de Auxiliar Administrativo, me desperté muy temprano, al reflejo de las primeras luces y por las ranuras de la contraventana de hierro veía las ramas de los árboles al fondo del patio.
Allí, ocultos, estaban aquella madrugada, unos pájaros invisibles que repetían varias veces, con exactitud y con radiante felicidad unos trinos deliciosos.
Recuerdo que fui andando por el paseo que va desde la Base Aérea hasta la Estación.
En la portería de la fábrica me reuní con un grupo de chicos de aproximadamente mi edad.
La espera no se prolongó excesivamente. No eran todavía las diez, cuando un señor muy serio, con bigote, con pinta de militar, nos fue preguntando nuestros nombres. Una vez que comprobó que estábamos todos, nos dijo que le siguiéramos hasta la Escuela de Aprendices, que era donde se iba a realizar el examen. Más tarde me contaron que este hombre se llamaba Obra de Haro.
Entramos en silencio y nos sentamos en las mesas que estaban preparadas.
El señor Morales, Jefe de Personal, que fue el encargado de hacernos el examen, ya estaba allí. Caminaba de pared a pared con paso tenaz, inquieto, con las manos en la espalda, la cabeza hacía delante, inmerso en sus pensamientos, sin molestarse en mirarnos ni hacer el más mínimo gesto que indicase que se había percatado de nuestra presencia.
Una vez que terminamos nos entregaron, en Caja, un sobre de papel con unas pocas pesetas, no recuerdo cuantas, como compensación o pago de las horas que habíamos pasado en la Factoría. Nos dijeron que el que hubiera aprobado le llamarían a su casa.
Cuando salimos del examen algunos nos quedamos a tomar una cerveza, solamente una, en Casa Juan, que era un bar muy conocido y centro de reunión de los trabajadores de la zona. Hoy es un caserón en ruinas.
Mi intención era pagar mi botellín, pero he aquí que uno de mis compañeros, Bejarano, con un gesto que me pareció esplendido, se adelantó y pagó toda la ronda.
Bejarano entró a trabajar en la Sección de Mano de Obra, con Eduardo Sánchez Navas (El Cicuta).
El regreso hasta nuestros domicilios, a Getafe, lo hicimos andando, hablando del examen y valorando las posibilidades que teníamos de aprobar.
La realidad de aquel día está tan cercana aún, tan rica en mis recuerdos…
El 24/01/1966 empecé a trabajar en C. A. S. A.
Bajé a la Fábrica andando, como el día del examen. Yo vivía con mis padres en una casa alquilada en la calle San Martín de la Vega.
Entré en el Departamento de Contabilidad, siendo mi primer jefe Vicente Vegas Martín.
Recuerdo todavía, como si fuera ayer, los nombres de algunos de mis compañeros: Vicente Abril, Francisco Montero, Enrique Arroyo, Telesforo Cortés, Antonio Obra, Esteban Sanz, Salvador Martín, Leoncio García Yllana, Venancio Ovejero, Leopoldo Rodríguez, Adalberto Arroyo…
Algunas de las vivencias más importantes que tuve aquel día me resultaron muy enriquecedoras; si bien es cierto que con el paso del tiempo y después de más de cuarenta años, han quedado difuminadas en mi memoria.
Javier Tornero Pingarrón (Tornero), realizó un tiempo de 3.54.9 en la prueba de 1.500 metros, el 05/07/1980 en Vallehermoso.
Su mejor registro en 800 metros es de 1.54.6, que hizo el 10/06/1982 en el INEF. Esta marca solamente fue superada por su compañero Mañero que hizo 1.51.1 el 15/05/1975 en Orcasitas.
martes, 25 de septiembre de 2007
1818. Seguí bajando a entrenar al SEU y al INEF, ahora con más asiduidad, porque ya me sentía parte de un grupo que me arropaba y ayudaba.
-->Francisco Perela Cambronero Juan García Vicente José Verón Gormaz Alipio Mora Ávila Blas García Marín
13. Cuarenta años después seguimos reuniéndonos el día de los Santos Inocentes
1745. En la calle Barón del Solar de Fuente Álamo, mi abuelo Blas, padre de mi padre, le había dejado un trozo de bancal que tenía junto a la casa...
1339. Nuestro querido amigo Alipio Mora Ávila ha fallecido esta noche en el hospital de Getafe.
599. Presentación del libro de poemas “Las Orillas del Cielo” de José Verón Gormaz, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
0001. Paco Perela y sus hijos(atletas). Ciudad Deportiva del Real Madrid. Año 1968
0000. VI Marcha por la Senda de las Merinas ( 5/6 de abril 2008). Organizada por Ecologistas en Acción.
1745. En la calle Barón del Solar de Fuente Álamo, mi abuelo Blas, padre de mi padre, le había dejado un trozo de bancal que tenía junto a la casa...
Blas García Marín
12. Crescencio se encarga de hacerlo todo mucho más fácil
10673. #Poesía. Eduardo Scala fue el poeta invitado en el Ciclo Encuentros celebrado en el “Auditorio del Centro de Poesía José Hierro” de Getafe (Madrid)
1661. En la “cuadra del boina” estaban Pedro Molero, Adolfo Gutiérrez, Arturo Santurde, Ángel Santana, Pepe Verón (el Maño), José Luis García…
1314. Que abráis vuestros álbumes y me enviéis aquellas fotografías que guardáis como pequeños tesoros, para que podamos volver a vivir aquellos...
1200. Han pasado más de cuarenta años desde aquella primera visita al Cerro de los Ángeles. Cuando me encuentro con algunos de mis compañeros de...
1124. Tuvimos que enfrentarnos contra la indiferencia e incomprensión de la sociedad española de los años sesenta y setenta. Nos llamaban locos...
1200. Han pasado más de cuarenta años desde aquella primera visita al Cerro de los Ángeles. Cuando me encuentro con algunos de mis compañeros de...
Blas en el Cerro de los Ángeles
9. El Cerro ha sido y es un lugar de entrenamiento emblemático
1124. Tuvimos que enfrentarnos contra la indiferencia e incomprensión de la sociedad española de los años sesenta y setenta. Nos llamaban locos...
1108. Levanté la mano para saludarles y continué mi camino de la mejor manera que pude, pensando que no hace tanto tiempo yo también rodaba como ellos.
1098. He corrido durante veinticuatro minutos, a ritmo de un debutante, pero para ser el primer día, después de tanto descanso, ha sido suficiente.
1057. Mi primer contacto con una pista de atletismo en Madrid, fue en las instalaciones del SEU de la Ciudad Universitaria. Esta tenía 300 metros...
1004. Caminaba de pared a pared con paso tenaz, inquieto, con las manos en la espalda, la cabeza hacía delante, inmerso en sus pensamientos, sin...
940. Tuvo que pasar algún tiempo hasta que descubrí que aquel cronómetro de 1964, no funcionaba bien cuando se corría con él en la mano y se movían...
1124. Tuvimos que enfrentarnos contra la indiferencia e incomprensión de la sociedad española de los años sesenta y setenta. Nos llamaban locos...
Blas entrenando en el Cerro de los Ángeles
8. Éramos jóvenes que andábamos buscando algo más
1108. Levanté la mano para saludarles y continué mi camino de la mejor manera que pude, pensando que no hace tanto tiempo yo también rodaba como ellos.
1098. He corrido durante veinticuatro minutos, a ritmo de un debutante, pero para ser el primer día, después de tanto descanso, ha sido suficiente.
1057. Mi primer contacto con una pista de atletismo en Madrid, fue en las instalaciones del SEU de la Ciudad Universitaria. Esta tenía 300 metros...
1004. Caminaba de pared a pared con paso tenaz, inquieto, con las manos en la espalda, la cabeza hacía delante, inmerso en sus pensamientos, sin...
940. Tuvo que pasar algún tiempo hasta que descubrí que aquel cronómetro de 1964, no funcionaba bien cuando se corría con él en la mano y se movían...
1314. Que abráis vuestros álbumes y me enviéis aquellas fotografías que guardáis como pequeños tesoros, para que podamos volver a vivir aquellos...
10. Fotografías que guardáis como pequeños tesoros
1200. Han pasado más de cuarenta años desde aquella primera visita al Cerro de los Ángeles. Cuando me encuentro con algunos de mis compañeros de...
1124. Tuvimos que enfrentarnos contra la indiferencia e incomprensión de la sociedad española de los años sesenta y setenta. Nos llamaban locos...
1108. Levanté la mano para saludarles y continué mi camino de la mejor manera que pude, pensando que no hace tanto tiempo yo también rodaba como ellos.
1098. He corrido durante veinticuatro minutos, a ritmo de un debutante, pero para ser el primer día, después de tanto descanso, ha sido suficiente.
1057. Mi primer contacto con una pista de atletismo en Madrid, fue en las instalaciones del SEU de la Ciudad Universitaria. Esta tenía 300 metros...
1004. Caminaba de pared a pared con paso tenaz, inquieto, con las manos en la espalda, la cabeza hacía delante, inmerso en sus pensamientos, sin...
940. Tuvo que pasar algún tiempo hasta que descubrí que aquel cronómetro de 1964, no funcionaba bien cuando se corría con él en la mano y se movían...
772. Lo veía y no podía creerlo, el cronómetro se había parado en 10 segundos y 6 décimas. El record de España, que tenía José Luis Sánchez Paraíso...
4. Me crucé con Pepe El Cartero
645. Nos alojamos en un Hostal del centro, y en la primera ocasión que tuve convencí a mi tío y a mi primo para que me acompañaran a la Relojería.
940. Tuvo que pasar algún tiempo hasta que descubrí que aquel cronómetro de 1964, no funcionaba bien cuando se corría con él en la mano y se movían...
5. No funcionaba bien cuando se corría con él en la mano
Pasaban unos minutos de la hora convenida cuando vimos a una persona que se acercaba hacia nosotros corriendo a ritmo sostenido.
1870. Acercó la imagen, y pudo contemplar con más nitidez las facciones de la cara de su hijo que parecía haberse transfigurado con la galopada.
1866. Era tan grande el animalito, que cuando posó sus patas delanteras sobre mi cuerpo pude comprobar que las había puesto casi en mis hombros.
1818. Seguí bajando a entrenar al SEU y al INEF, ahora con más asiduidad, porque ya me sentía parte de un grupo que me arropaba y ayudaba.
772. Lo veía y no podía creerlo, el cronómetro se había parado en 10 segundos y 6 décimas. El record de España, que tenía José Luis Sánchez Paraíso...
Mi primer contacto con una pista de atletismo en Madrid, fue en las instalaciones del SEU de la Ciudad Universitaria. Esta tenía 300 metros de cuerda.
Por la calle 1 Blas
Foto: Velasco
7. Podíamos correr descalzos por la hierba
70. A mi abuela Serafina el trabajo se le acumulaba y no llegaba a tiempo de atender a sus diez hijos varones.
69. Pidieron reunirse con Pedro de la Cruz, el Juez Árbitro, para proponerle que se cambiara la salida, que se corriera a favor del viento.
68. Las piernas me pesaban como el plomo. Los brazos los movía sin control. La alegría de irme solo la pagué muy cara. Ya era tarde para rectificar.
64. “El boina” nos había dicho que si no marchábamos bien nos descalificarían. El juez Arbitro Nacional Fermín Bracicorto, nos iba a controlar.
61. Al estar situado cerca de la Ciudad Universitaria y del INEF, era el lugar idóneo, cuando no queríamos bajar a la Casa de Campo.
54. El bigotes ganó la partida y el Campeonato. El premio que obtuve fue un tablero de ajedrez que habíamos comprado entre todos los participantes.
53. No quería nada más que correr frenéticamente hasta no poder más, enfrentándome a la soledad y a la reflexión del atleta que trabaja muy duro.
52. A medida que el tiempo iba pasando la fatiga aumentaba y el cansancio se apoderaba de nosotros, pero teníamos que continuar como pudiéramos.
41. Muchos rostros nos dejan una profunda huella y otros nos son totalmente indiferentes. Para mí Carlos Pérez de Guzmán fue una persona excepcional.
38. Había un jugador que me tenía realmente fascinado, este era el cubano Capablanca, que se había proclamado Campeón Mundial en el año 1921.
27. Me fui a dormir con la cabeza muy revuelta. Estaba convencido de que acaba de hacer historia, la historia de mi vida.
25. No me voy a ir de CESA, como tampoco me he ido de CASA. Me llevaré muchos agradables recuerdos que espero me acompañen durante toda mi vida.
24. Conseguimos un acercamiento que se rompió con la distancia y los nuevos compromisos y responsabilidades que yo adquirí en mi nuevo destino.
23. Seguí bajando a entrenar al SEU y al INEF, ahora con más asiduidad, porque ya me sentía parte de un grupo que me arropaba y ayudaba.
22. En la calle Barón del Solar de Fuente Álamo, mi abuelo Blas, padre de mi padre, le había dejado un trozo de bancal que tenía junto a la casa...
20. En la “cuadra del boina” estaban Pedro Molero, Adolfo Gutiérrez, Arturo Santurde, Ángel Santana, Pepe Verón (el Maño), José Luis García…
19. Que abráis vuestros álbumes y me enviéis aquellas fotografías que guardáis como pequeños tesoros.
15. Han pasado más de cuarenta años desde aquella primera visita al Cerro de los Ángeles. Atravesar la carretera de Andalucía no nos supuso dificultad.
14. Tuvimos que enfrentarnos contra la indiferencia e incomprensión de la sociedad española de los años sesenta y setenta, nos llamaban locos.
10. Caminaba de pared a pared con paso tenaz, inquieto, con las manos en la espalda, la cabeza hacía delante, inmerso en sus pensamientos.
8. Tuvo que pasar algún tiempo hasta que descubrí que aquel cronómetro de 1964, no funcionaba bien cuando se corría con él en la mano y se movían...
7. Lo veía y no podía creerlo, el cronómetro se había parado en 10 segundos y 6 décimas. El récord de España, que tenía José Luis Sánchez Paraíso...
6. Nos alojamos en un Hostal del centro, y en la primera ocasión que tuve convencí a mi tío y a mi primo para que me acompañaran a la Relojería.
4. Dejé, encima de la cama, la maleta de madera, que cuatro años antes me había hecho el carpintero de mi pueblo, para viajar a Barcelona.
1. Eran las siete de la mañana, del día dos de septiembre del año 1965, cuando mi padre y yo caminábamos en silencio por la calle Barón del Solar.
miércoles, 19 de septiembre de 2007
5. No funcionaba bien cuando se corría con él en la mano
Pasaban unos minutos de la hora convenida cuando vimos a una persona que se acercaba hacia nosotros corriendo a ritmo sostenido.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
@4. Me crucé con Pepe El Cartero
miércoles, 5 de septiembre de 2007
@3. Hay enfermedades de las que no hay que tratar de curarse
MAPOMA, 26 de abril de 2009
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