
No se puede decir que las relaciones entre Diack y Rogge sean cordiales
Jacques Rogge
Lamine Diack
Carlos R. Galindo
La crisis arrancó en los Juegos Olímpicos de Pekín.  Parece que al presidente del CIO, Jacques Rogge, no le gusta el atletismo.
En china, el médico belga criticó airadamente y en un tono  desproporcionado la gestualidad del jamaicano Usain Bolt, vencedor de los 100,  200 y 4x100 metros, en los tres casos con récord del mundo incluido. La frescura  y alegría que el antillano transmitió durante sus actuaciones a los aficionados  –llenó de electricidad una instalación abarrotada por más de 90.000  espectadores– no gustó a un apagado y cada vez más triste Jacques Rogge. Ayer,  el presidente de la IAAF, Lamine Diack, criticó de forma inusualmente vehemente  al máximo responsable del CIO, al que acusó de “falta de respeto”. Diack, que  también es miembro del organismo olímpico, se reunirá el 17 de noviembre en  Lausana con Rogge para “recordarle la contribución del atletismo en la historia  de los Juegos Olímpicos y, sobre todo, en el éxito de los recientes Juegos de  Pekín”, advirtió el senegalés en un comunicado.
En Pekín, Rogge criticó  públicamente los gestos de celebración de Usain Bolt. “Eso no se hace”, dijo  entonces el belga. El mandatario senegalés salió ayer en defensa del atleta:  “Vivimos en un tiempo en el que los deportes olímpicos pasan por dificultades  para seguir siendo atractivos a la gente joven”, dijo. “Si queremos crear héroes  con los que se identifique el público, ¿por qué criticar el comportamiento de un  joven que fue capaz de atraer la atención y el interés de millones de  aficionados de todo el mundo?”.
“Yo dije lo que dije”, insistió el  presidente del CIO en una reciente entrevista en Acapulco. “Y esa es una  polémica antigua, y no creo que sea necesario resucitarla”. En esa línea, el CIO  aseguró que “no tiene nada que añadir al respecto” en respuesta a la diatriba de  Diack, cuyos motivos de enfado con Rogge no terminan en Bolt. El senegalés atacó  también al belga por no descartar en una entrevista con la BBC que la pista de  atletismo del estadio olímpico de Londres 2012 sea eliminada tras los Juegos  para reconvertir el recinto. “Como líder del órgano de gobierno mundial del  atletismo, pienso que eso muestra una falta de respeto por mi deporte”, apuntó  el senegalés. El estadio, con capacidad para 85.000 espectadores –en el que se  llevará a cabo el atletismo, así como las ceremonias de apertura y clausura–, se  transformará tras los Juegos en un recinto para 25.000 personas. Rogge recordó  lo ocurrido en Atlanta 1996, donde el estadio se convirtió en un campo de  béisbol. “Hoy, créanlo o no, Estados Unidos no tiene ni un sólo estadio capaz de  albergar unos Mundiales de atletismo de la IAAF”, lamentó Diack.
Fuente: sport.es
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