Mostrando entradas con la etiqueta Dietas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dietas. Mostrar todas las entradas

sábado, 13 de diciembre de 2008

2477. POLEMICA REVELACION EN UN SIMPOSIO INTERNACIONAL EN TEXAS, ESTADOS UNIDOS: Los hábitos de las argentinas favorecerían el cáncer de mama.

Fumar favorece el cáncer Alta ingesta de carnes Beber alcohol
 
 Se afirma que los 20.000 casos nuevos al año del país son similares a los de EE.UU. y Europa. Y que no se parecen a los del resto de Latinoamérica. Los hábitos riesgosos: alta ingesta de carnes, consumo de tabaco y alcohol y sedentarismo. Ocho mil especialistas en cáncer de mama le cambiaron el paisaje a la tranquila San Antonio, Texas, en el sur de los Estados Unidos. Aquí, donde en pleno centro de la ciudad se puede ver lo que quedó del fuerte El Alamo, recorren las calles con un definitivo aire de expectativa. La 31 edición del simposio de cáncer de mama, organizado por la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer, comenzó el miércoles y allí se generó un anuncio que invitó a pensar. El de la realización del Ethnical Research Initiative (ERI), que sugiere en un sondeo preliminar una vinculación entre la pertenencia a determinada etnia como factor de riesgo para desarrollar este tipo de tumores. Y cuando menciona a las etnias hace hincapié en sus hábitos. Guillermo Lerzo, jefe de la unidad de Internación de la división médica del hospital oncológico Marie Curie, no tiene dudas sobre la influencia de ciertos hábitos como factores de riesgo del cáncer de mama. Y en coincidencia con él, otros colegas, presentes en este simposio, opinan que el perfil de la mujer argentina incluye varios de esos hábitos considerados nocivos en relación con la enfermedad. "Sin dudas, hay ciertas costumbres que favorecen la susceptibilidad, entre ellos, los hábitos alimentarios (la mujer argentina es una gran consumidora de carnes rojas), el tabaquismo, el consumo temprano de alcohol, el sedentarismo, el ritmo de vida. Vi los anuncios del estudio ERI y me parece que será interesante saber algo más sobre esa relación entre etnia y riesgos", comenta Francisco Gago, profesor de ginecología de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo. "En nuestro país se registran por año unos 20 mil casos nuevos de cáncer de mama. Ese número indica una proporción similar a lo que se contabiliza en los Estados Unidos y Europa. Tenemos hábitos similares a ellos y, pese a que estamos en América latina, nos distanciamos estadísticamente respecto de otros países latinoamericanos", explica Lerzo. "Yo no podría decir que esa relación hábitos/riesgo es tan lineal porque además la clínica no es mi campo", dice la bióloga Marina Simian, del Instituto de Oncología Angel H. Roffo. "Pero sí se ven más casos de tumores que comienzan a desarrollarse en el embarazo o la aparición de tumores agresivos en mujeres más jovenes", agrega la investigadora. Para el investigador Mariano Cárdenas, del Instituto de Química y y Fisicoquímica Biológicas, de la UBA, la sensación es la misma. "Es verdad que una alta ingesta de grasas, a través de las carnes rojas, es riesgosa, y no sólo para el cáncer de mama sino también para otro tipo de tumores. Pero no se puede cambiar un hábito de un día para el otro. Hay que moderar y pensar que nuestra carne justamente es una de las más saludables del mundo", puntuliza. Para el oncólogo Lerzo, además de moderar hay que sumar: "Nuestras carnes son magras porque aquí el ganado se cría de manera natural, con pastos, y los animales pueden caminar, moverse. En otros países, el ganado se alimenta con granos y no se mueve, eso influye claramente en su calidad. Por eso, no hay que pensar en eliminar el asado. Lo que hay que hacer es tener una dieta más variada, no tan basada en las carnes rojas, y sumarles repollos o repollitos de bruselas, que está comprobado que ayudan a disminuir el riesgo de contraer esta enfermedad". El investigador Martín Rivas, del Instituto de Biología y Medicina Experimental, comenta un caso para entender cuánto pesan las malas costumbres en la salud. "Las japonesas tienen un grado bajo de incidencia de estos tumores pero cuando se van a otro país, por ejemplo a los Estados Unidos, presentan más riesgos. Los hábitos hacen la diferencia", señala. Por: Eliana Galarza Fuente: TEXAS, EE UU. ENVIADA ESPECIAL
 
 

 

13 dic 2008

martes, 25 de noviembre de 2008

279. Las 'dietas milagro' pueden degenerar en obesidad. Una alimentación desequilibrada o escasa hace que el cuerpo acumule más grasas.


Una dieta equilibrada y algo de ejercicio es la única forma de controlar el peso y llevar una vida saludable- AESAN

Una alimentación desequilibrada o escasa hace que el cuerpo acumule más grasas cuando se retoma la forma de comer habitual.

Dietas

La luna afecta a las mareas. Cualquiera que viva en la costa ha visto desde niño cómo la mar sube mucho más cuando hay luna llena y cómo la pleamar en luna nueva es más baja. Lo que no parece tener una base científica es que afecte a la forma en la que el cuerpo absorbe líquidos. Sin embargo, hay quien defiende esta teoría para argumentar que se puede perder peso comiendo según las fases de nuestro satélite.

Es una de las famosas dietas milagro que consiste en ayunar durante uno o tres días que han de coincidir con el cambio de ciclo lunar. Durante ese período no debe ingerirse ningún alimento, a excepción de líquidos sin azúcar porque el organismo metaboliza los alimentos a un ritmo más lento, igual que el nivel del mar sube menos.

Los defensores de este régimen aseguran que se pierden hasta tres kilos y que no se recuperan ni se corre ningún riesgo para la salud. ¿Es cierto? Normalmente no. Las dietas milagro se caracterizan por comer muy poco, por lo que parecen ser efectivas pero sólo es eso, apariencia. Al dejar de comer o ingerir muy pocas calorías el cuerpo aprovecha las reservas que tiene almacenadas en los músculos. Lo que se pierde no es grasa sino masa muscular, muy rica en agua, por lo que el peso baja de forma muy rápida y llamativa. Al mismo tiempo, esa restricción drástica de nutrientes desequilibra completamente el metabolismo.

Conducen a la obesidad

Cuando la persona ha conseguido su objetivo hace dos cosas: se lo cuenta a todos los familiares y amigos (por lo que su fama se extiende) y vuelve a comer de forma normal. Entonces el organismo "no sabe si ha terminado una época de escasez o si estábamos intentando perder peso", afirma la doctora Clotilde Vázquez, directora de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del hospital Ramón y Cajal de Madrid, "por lo que activa mecanismos para hacer frente a una nueva falta de energía y almacena reservas". Se activan potentes mecanismos nerviosos y hormonales que provocan un mayor rendimiento del metabolismo, un mayor ahorro energético y se incrementa el apetito.

Por eso, estos regímenes favorecen una recuperación muy rápida del peso perdido, e incluso, hacen que se ganen más kilos que en lugar de ser de músculo son de tejido graso, que puede originar problemas de salud. Gracias a una dieta severa se puede llegar, como señala la doctora Vázquez, a la obesidad. "Se desequilibra tanto el organismo que luego se recupera más peso del que se ha perdido y siempre es de grasa".

Félix Lobo, director de la Agencia Española para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición (AESAN), remarca que la obesidad no es un problema de estética sino un problema de salud grave que podría llegar a invertir la esperanza de vida y que futuras generaciones vivan menos que la nuestra. "Según los estudios de la Organización Mundial de la Salud, si no se acaba con la obesidad, nuestros nietos, o incluso nuestros hijos, podrían llegar a vivir menos que nosotros". Esto se debe a que las personas con una obesidad grave (cuando su índice de masa corporal, que resulta de dividir el peso por el cuadrado de la altura, es superior a 30) tienen una menor esperanza de vida y un riesgo alto de sufrir enfermedades cardiovasculares o diabetes de tipo 2. En estos casos hay que acudir a un médico que estudie el problema y vigile de cerca la alimentación del enfermo.

¿Cómo distinguirlas?

Las dietas mágicas son muy fáciles de distinguir: prometen perder peso de forma muy rápida (más de 5 kilogramos por mes, aunque algunas llegan a asegurar que se puede perder ese peso en una semana o cuatro o cinco días), sin esfuerzo y sin riesgos para la salud. Según la doctora Vázquez, es cualquier dieta que no permita una ingesta mínima de entre 20 o 25 calorías por kilo de peso real y nos haga perder más de un kilo a la semana.

María Victorina Aguilar, directora del departamento de Nutrición, Bromatología y Toxicología de la Universidad de Alcalá, advierte que "suelen estar agazapadas tras nombres de clínicas famosas, de médicos más o menos conocidos o de dirigentes políticos, actrices, etcétera, que las utilizan, con lo que pretenden avalar la información inexacta cuando no engañosa, jugando con la credulidad de la gente y su bolsillo. No hay que olvidar que tras muchas de estas dietas hay negocios muy lucrativos. Por poner un ejemplo, en España se gastan más de 2.000 millones de euros en este tipo de dietas o 37 billones de dólares anuales en EE UU". Y su aparición es mayor cuando se aproxima el buen tiempo y la operación biquini, momento en el que muchas personas quieren perder los cuatro o cinco kilos que han cogido durante el invierno, ya que, como afirma la profesora Aguilar, "proliferan las publicaciones que ofrecen la promesa de perder mucho peso en poco tiempo y sin riesgo para la salud".

Nada más lejos de la realidad. Estas dietas son muy nocivas porque, según los nutricionistas, pueden provocar (dependiendo de la que se realice) deficiencias de proteínas, vitaminas y minerales por la falta de consumo de alimentos, sobrecargas hepáticas o renales, debilitamiento del sistema inmunológico, un mayor riesgo de sufrir enfermedades como la osteoporosis o problemas cardiovasculares. Y, más allá del riesgo físico, pueden producir efectos psicológicos negativos con episodios de depresión o de ansiedad debidos a la sensación de estar atrapado en un círculo vicioso de dieta, adelgazamiento y aumento de peso o incluso degenerar en trastornos del comportamiento alimentario (anorexia o bulimia) al no conseguir la meta deseada.

Hay que adelgazar comiendo

La AESAN ha incluido en su página web un apartado dedicado a las dietas milagro y defiende que un sistema de alimentación equilibrado y ejercicio físico es la única manera saludable de controlar el peso. En palabras de su director, "no se trata de algo de cuatro o cinco días, sino de comer de forma saludable toda la vida. Por eso no nos gusta hablar de dietas. La comida debe ser algo lúdico, divertido, y no una carga".

Una alimentación equilibrada en la que, como mucho, se reduzcan un poco las raciones, y basada en un desayuno fuerte y una cena muy ligera, que se limite a frutas o ensaladas, es la que defiende la doctora Vázquez, además de un ejercicio moderado para perder el poco peso que pueda sobrar. La nutricionista del Ramón y Cajal recuerda que el peso "es sólo un indicador más. La gente no debería obsesionarse por lo que marca la báscula, sino comprobar cómo le queda la ropa, si está más o menos hinchada. Los kilos no son la única señal de que estamos adelgazando", e insiste en que "hay que adelgazar comiendo. Muchos de mis pacientes me dicen que comen más con la dieta que les ponemos que con la alimentación que les hizo engordar. Es cierto, comen más cantidad pero de cosas diferentes".

Los expertos coinciden: las dietas milagro no sirven para nada y, además, son nocivas. La información se extiende por la Red y, sin embargo, cada verano el fenómeno se repite y se multiplica. El director de la AESAN defiende la importancia de la educación: "nosotros estamos desarrollando en varios institutos de seis Comunidades Autónomas el programa Pegaso para enseñar a los niños a comer de forma saludable. No tiene una relación directa con las dietas milagro, pero sí puede evitar que estos niños recurran a ellas cuando sean mayores". También añade que hay que aprender a aceptar que las personas somos diferentes y que cada uno tiene un cuerpo "con unas características propias. No debemos aceptar la estandarización que se nos vende desde algunos sectores para los que estar delgados es garantía de éxito. Eso es lo que lleva a muchas personas a buscar milagros y atajos que no existen".

Dietas hipocalóricas desequilibradas

Estas dietas provocan un efecto rebote, caracterizado por una rápida ganancia de peso, que se traduce en un aumento de masa grasa y pérdida de masa muscular. Esto obedece a que el metabolismo se adapta a la disminución drástica de la ingestión de energía mediante una disminución del gasto energético. Suelen ser monótonas y presentan numerosas deficiencias en nutrientes, sobre todo si se prolongan durante largos períodos de tiempo. Por ejemplo, destaca la dieta de la clínica Mayo, aunque la famosa clínica estadounidense ha desmentido en varias ocasiones que esté relacionada con ella, que reduce las calorías a 1.200 al día. Prohíbe los lácteos y su alimento básico son los huevos, con lo que tiene un alto contenido en colesterol.

Dietas disociativas

Se basan en que lo que contribuye al aumento de peso es el consumir los nutrientes en determinadas combinaciones. No limitan la ingesta de alimentos energéticos, sino que pretenden impedir su aprovechamiento como fuente de energía con la disociación. Esta teoría carece de fundamento científico y los resultados obtenidos sólo obedecen a un menor consumo de energía. Por ejemplo, la dieta de Hay o Disociada: se inicia en 1900 o 1920. Sostiene la teoría de que los hidratos de carbono no pueden ser consumidos junto con las proteínas, ya que las proteínas se digieren en medio ácido y los hidratos de carbono en medio alcalino. En principio, este tipo de consumo es casi imposible porque no existen alimentos que solamente contengan proteínas o hidratos de carbono.

Dietas excluyentes

Se basan en eliminar de la dieta algún nutriente. Estas dietas pueden ser ricas en hidratos de carbono y sin lípidos y proteínas, como la dieta Dr. Pritikin; ricas en proteínas y sin hidratos de carbono (como la dieta de Scardale o la dieta de los Astronautas) que producen una sobrecarga renal y hepática muy importante; y por último dietas ricas en grasa, que se conocen como dietas cetogénicas, como la dieta Atkins, que pueden ser muy peligrosas para la salud, produciendo graves alteraciones en el metabolismo.

martes, 3 de junio de 2008

401. Un tercio de las patatas fritas de bolsa es grasa. Un estudio de la OCU detecta elevados niveles de grasas saturadas en conocidas marcas de chip.


Un estudio de la OCU detecta elevados niveles de grasas saturadas en conocidas marcas de 'chips' y galletas.

Un tercio de las patatas fritas de bolsa es grasa, según un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en el que se ha analizado la cantidad de grasa de medio centenar de productos elaborados. De este informe se desprenden datos preocupantes para los expertos, como que el 52% de los alimentos que han formado parte de este estudio contienen grasas poco saludables, y por ello llaman a los fabricantes a incluir menos grasas saturadas en sus productos y que éstas sean más sanas para el hombre.

Mediante este estudio, que se publicará el próximo mes de junio en la revista OCU-Salud, esta entidad pretende también denunciar la existencia de una legislación permisiva y antiguada, ya que se remonta a 1983, que permite a los fabricantes utilizar en los alimento cualquier tipo de grasa que sea comestible.

La trampa de los 'aceites vegetales'

Así, en un comunicado señalan que esta legislación no obliga a mencionar en el etiquetado de qué grasa se trata, por lo que los empresarios pueden utilizar la mención "aceites vegetales", mención en la que cabe desde el aceite de oliva, hasta el de coco.

Dentro de los productos analizados, destaca la cantidad de grasa que contienen las patatas fritas, un 34%, lo que supone un tercio de la bolsa consumida. En este sentido, la OCU señala que, aunque este producto no se consuma a diario, cuando se hace, se consumen buenas raciones del mismo.

Entre las marcas destacan las Pringles Original, las patatas analizadas con mayor porcentaje de grasa, concretamente 39 mg por cada 100 gramos, seguida de Vidal sin sal que contiene 37 mg, las Lays al punto de sal, con 34 mg y las Santa Ana con 31 mg por cada 100 gramos.

La bollería, un 24% de grasas

A las patatas fritas le siguen los aperitivos de bollería, con una media de un 24% de contenido graso. Eso sí, según destaca la OCU, el colesterol se limita a aquellos productos que contienen entre sus ingredientes huevos, grasa láctea, nata o mantecas. De este modo, los Bizcochos Fontaneda contienen hasta 88 mg por cada 100 gramos y le siguen los Madame Brioche con 80 mg y La Bella Easo Rosquillas con 62 mg/100 gramos.

Estas cantidades son muy elevadas para la organización, que precisa que la ingesta de colesterol debe limitarse a 300 mg al día, aunque explican que los niveles en sangre se relacionan más con la presencia de grasas saturadas en la dieta que con la ingesta del propio colesterol.

En este sentido, la Organización señala que es la grasa lo que hace a estos alimentos apetecibles, sin embargo no debería ser una excusa y llamaron a los fabricantes a esforzarse por incluir en sus productos sólo la grasa que sea imprescindible y sobre todo la más saludable.

Por ejemplo, que eviten las grasas trans, ya que son las que aumentan los niveles de colesterol y las únicas que son inútiles para el cuerpo humano. De hecho, los expertos aconsejan no consumir este tipo de grasa, mientras que las saturadas, polisaturadas o monosaturadas aconsejan que se consuma hasta un 10%.

Las galletas, un 94% de saturadas

Sin embargo, tampoco la cantidad de estas últimas grasas se controla. De hecho, el informe señala un porcentaje preocupante en saturadas como es el de las galletas Artinata Artiach que contienen hasta un 94% de este tipo de grasa. Otras marcas como Filipinos Krafft, Creme tropical de Gullón, Chiquilín Artiach y Fontaneda Digestive contienen más del 50% en saturados.

También es elevada la cantidad de grasas en los aperitivos, como el 74% de saturadas que incluye el producto Tuc Tuc Bacon o Snacks craques Mini Río que marcan un 63%. El documento señala que los productos con menos grasas son los panes blancos.

Del estudio se desprende también que los fabricantes usan y abusan de los aceites de palma y de coco, muy económicos y fáciles de manipular. Sin embargo, ambos se consideran poco beneficiosos para la salud. En la calidad global de la grasa, la OCU valora el porcentaje de grasas saturadas y de grasas trans. El 52% de los productos obtiene una mala nota, un resultado preocupante.

Fuente: el país.com

ENLACE:

Sanidad recomienda no consumir aceite de girasol por posible contaminación. Las autoridades creen que el producto procede de Ucrania.

miércoles, 28 de mayo de 2008

275. Desarrollan un método basado en el ayuno para luchar contra el cáncer. La restricción calórica favorece la conservación de las células sanas.


  • Permitiría aumentar las dosis de quimioterapia sin efectos secundarios.
  • La restricción calórica favorece la conservación de las células sanas.
  • Éstas concentran su escasa energía en su supervivencia, mientras que las cancerosas no pueden defenderse.
Científicos de la Universidad del Sur de California (USC) han desarrollado un método basado en el ayuno que promete revolucionar la lucha contra el cáncer y que permitiría supuestamente aumentar las dosis de quimioterapia sin sufrir efectos secundarios.

El equipo del biólogo italiano especializado en envejecimiento Valter Longo halló que, al someter a ratones a un ayuno de 48 horas, las células sanas concentran su escasa energía en su supervivencia, lo que las hace más resistentes a la quimioterapia que las cancerosas.

¿Por qué no se dejan tranquilas las células cancerosas y se protege el resto de la quimioterapia?

La investigación, que comenzó hace cuatro años, vio la luz este lunes en la revista científica PNAS Early Edition y ya ha sido calificada por muchos médicos como un gran avance en la batalla contra los tumores.

"Todo el mundo estaba buscando la 'bala mágica', que dañase sólo las células tumorales y no atacase las sanas. Nuestra propuesta es diferente. ¿Por qué no se dejan tranquilas las células cancerosas y se protege el resto de la quimioterapia?", explicó Valter Longo, director de las investigaciones.

El Escudo mágico"

"Normalmente un oncólogo te diría que una buena alimentación ayuda a superar el cáncer, pero desde el punto de vista del envejecimiento, sabes que la restricción calórica favorece la conservación de las células", dijo el científico.

"En esa situación, las células utilizan la poca energía que tienen para protegerse, en lugar de reproducirse por ejemplo, lo que las hace más resistentes", explicó Fernando Safdie, médico argentino miembro del equipo de Longo. Este enfoque ya ha sido denominado como el "escudo mágico".

"Por ahora hemos realizado experimentos con ratones y ha funcionado. En los próximos seis meses tendremos los resultados de los tests en células humanas" indicó Longo, que se mostró muy optimista. "En la actualidad se aplican dos sesiones de quimioterapia cada tres semanas para tratar un cáncer de próstata. Ahora imaginemos que se puede hacer 20 veces todos los días con unos limitados efectos secundarios".

(publicado en 20 minutos.es)


ENLACE:

Nuevos medicamentos mejoran la eficacia de la lucha contra la hepatitis B. La mitad de los afectados no saben que lo son dice Ching-Lung Lai.