miércoles, 13 de abril de 2022

Algo más que un club de atletismo

Publicado en Getafe Capital, el periódico de Getafe

Enlace: getafe capital

Escrito por Ruth Holgado

jueves, 20 de septiembre de 2007

A pocos días de que su hijo Daniel de 9 años participe en un cross escolar, Ángel Calle recuerda aquellos maravillosos años en los que el atletismo se convirtió en parte importante de su vida. En el año 1974 Calle realizaba sus estudios en el colegio Santa Gema, situado en la calle Tarragona. “Un día el profesor de gimnasia nos propuso participar en una prueba de campo a través que se iba a celebrar. La verdad es que no le presté mucha atención, pues pensé: ¡Vaya rollo, correr para cansarse!”. Un día antes de celebrarse la competición uno de los compañeros de Calle se echó atrás y su maestro le animó a sustituirle. “Me presenté con muchas ganas y cuál fue mi sorpresa cuando me pongo a correr y correr y entro el tercero en la meta”. Con su medalla de bronce al cuello y loco de contento, “al bajar del podium se acerca a mí un hombre que se presenta como Blas García Marín y me propone formar parte de un club de atletismo que se estaba empezando a crear en el pueblo. Hablo con mis padres y adelante”. El polideportivo San Isidro era su lugar de entrenamiento. Calle recuerda con gracia cómo el primer día se presentó allí con su chándal nuevo y “su bolsita de ocho cartillas de cupón hogar moderno”. Al llegar, observó que el polideportivo estaba en obras y que su vestuario era la caseta que usaban los albañiles para cambiarse. Antonio Mañero, Javier Tornero, Alberto Vizoso (Tito) y Fernando (el Velo) serán tus compañeros, le dice Blas. “¡Demasiado!”, piensa. “El que menos años tenía pasaba la veintena”. Empezaron la preparación. Carretera del cementerio para adelante, campo a través por detrás del camposanto casi hasta Pinto y para atrás. “Niño, lo tuyo no es normal”, me decían. Así fueron pasando los días y el Club Atlético Getafe no paraba de crecer. “Ya no éramos el niño fenómeno y lo cinco señores”. Como demuestra la instantánea que acompaña a estas líneas, “llenábamos un autobús”. En invierno reinaban las pruebas de campo a través. En primavera y verano las competiciones en pista. Y cuando no competían se desplazaban al Cerro de los Ángeles. “Los domingos nos reuníamos en un local situado en la calle Doctor Barraquer y jugábamos al ajedrez, al ping-pong o a las damas”. Uno de sus patrocinadores, Muebles Rojo, les cedía este espacio. Nombres como el de Sebastián Carro o Manuel de la Peña empezaban a sonar por entonces. “Ángel Arroyo era el alcalde, pero el que siempre estaba a nuestro lado era el señor de barbas, el tal Blas García” (aparece con chaqueta de cuadros y gafas de sol a la izquierda de la fotografía). “Como anécdota, recuerdo que vestíamos de amarillo. Siempre le decíamos a nuestro míster que si no había otra camiseta más cantosa. Resulta que era daltónico”. El compañerismo siempre destacó entre los componentes del club. “Andábamos justos de material y recuerdo que entre nosotros nos cambiábamos las zapatillas de clavos”. Una de las componentes femeninas, Rosa Jiménez, “que llegó a ser internacional”, dejaba la equipación de la selección a sus compañeras. “Hasta participamos en un programa de TVE que se llamaba Torneo”, cuenta Calle. Los chavales fueron creciendo y pronto se empezaron a formar las primeras parejas. “De aquella me quedo con los primeros guateques”. “Crecimos” y poco a poco el grupo que habían formado se empezó a disgregar. Hoy, el Club Atlético Getafe sigue existiendo. Calle espera que sus componentes disfruten de este deporte igual que lo hizo él hace más de treinta años. Foto cedida por Ángel Calle

 

10 nov 2007  0:00  (63)