El ruso Ivan Ukhov, cuyas imágenes, intentando saltar, borracho, el listón en septiembre pasado en Lausana dieron la vuelta al mundo, se redimió en Turín con el título europeo de altura y una marca de 2,32 inaccesible para sus adversarios.
Rusia remató el doblete de altura por medio de Aleksey Dmitrik, que compartió el segundo puesto con el chipriota Kyriakos Ioannou, ambos con 2,29.
Líder mundial del año con 2,40, Ukhov ha mejorado en siete centímetros su marca este año y en la actualidad es el más firme aspirante a poner en riesgo el récord mundial del cubano Javier Sotomayor, que en pista cubierta es de 2,43 y data de 1989.
El día que compitió borracho
Ukhov compitió aquél día en Lausana bajo los efectos de una fuerte depresión que le llevó a ingerir más vodka de lo habitual. Según su colega Javier Bermejo, por aquellas fechas estaba reciente su exclusión de la selección olímpica y le habían abandonado su novia y su entrenador.
Tambaleante, incapaz de atarse los cordones y contra los consejos de los propios jueces, que se dieron cuenta rápidamente de su estado, Ukhov intentó superar el listón en 2,38, después de haber pasado en las alturas anteriores y sólo quedaba él en competición. Pasó la barra por debajo entre los abucheos del público.
Ahora, Ukhov está en el club de los 2,40, al que pertenecen sólo seis atletas en la historia, y es campeón de Europa.
· En septiembre de 2008, salió abucheado por el público por su lamentable estado · En 2009 ha mejorado en 7 centímetros su marca · Está convencido de poder batir el récord de Javier Sotomayor.
Eso mismo puede decir el ruso Ivan Ukhov. El saltador de altura ha pasado de hacer el ridículo al competir en estado ebrio a convertirse en uno de los seis atletas de la historia que ha conseguido superar la barrera de los 2,40 metros en pista cubierta.
Ukhov intentó saltar después de mezclar vodka con una bebida energética.
El pasado mes de septiembre, Ivan Ukhov se presentó en Lausanne en un lamentable estado. Los rasgos de embriaguez eran evidentes, pero Ukhov no desistió e intentó saltar el listón. Casi no podía ni atarse los cordones, así que su carrera no terminó en un salto, sino que directamente se tumbó sobre la lona.
Al parecer, el atleta de 22 años había mezclado un vodka con una bebida energética antes de competir. El público, indignado, lo despidió con abucheos. La excusa de Ukhov fue que su novia le había abandonado. Debido a su buena trayectoria se libró de una sanción por parte de la IAAF.
Unos meses después, el ruso parece otro. El 2009 ha comenzado con muy buen pie para Ivan Ukhov. Tanto, que en apenas dos meses ha mejorado en siete centímetros su marca personal y ha entrado en el selecto club que ha saltado los 2,40 metros bajo techo, compuesto por Javier Sotomayor (que posee la plusmarca universal con 2,43 desde 1989 en Budapest), el alemán federal Carlo Thranhardt (2,42), los suecos Patrik Sjoeberg (2,41) y Stefan Holm (2,40) y el estadounidense Hollis Conway (2,40).
El pasado miércoles, tras saltar 2,40, intentó batir el récord de Sotomayor.
Tras firmar 2,34 el 24 de enero en Hustopece (República Checa), saltó 2,35 en Moscú el 1 de febrero, 2,36 seis días después en Arnstadt (Alemania) y 2,37 el día 15 de en Moscú. El premio mayor llegó el pasado miércoles, cuando saltó 2,40 en Atenas. Intentó saltar 2,44 (un centímetro por encima del récord mundial). Lo pretendió una vez, pero el cansancio le llevó a hacer nulo.
El ruso ya ha avisado que quiere el récord y no parará hasta conseguir destronar a Sotomayor de un récord que ya cumple 20 años. Hace cinco meses entró en el libro de los mayores ridículos del atletismo y ahora está al borde de ingresar en la historia de este deporte. Cinco meses dan para mucho.
Escrito por: Abelardo Oviedo
No para de trabajar. Escucha los consejos. Se entrega. Cumple. Esas son las opiniones que ofrecen los técnicos del deporte rey sobre el quehacer de Javier Sotomayor Sanabria en la Federación Cubana de Atletismo. El mejor saltador de altura de todos los tiempos, exaltado al Salón de la Fama de Centroamérica y el Caribe, ahora tiene que ser mucho más competitivo que cuando asistía a un clásico de primerísimo nivel.
En este momento de su vida, el "Príncipe de las Alturas" no solo está pendiente de la suerte que corren sus plusmarcas al aire libre y en pista cubierta, sino de la participación internacional de los atletas cubanos. Una desatinada maniobra provocaría el declive de las ilusiones de los estrategas y sus alumnos.
¿En que consiste ser el mánager del equipo cubano de atletismo?
“Lo considero una tarea sumamente delicada. Primero, participo en las discusiones a las que acuden entrenadores, jefes de las distintas áreas, así como integrantes del comité técnico, en las cuales se define la asistencia a las competencias. Luego, soy el máximo responsable de ejecutar esas decisiones. Me comunico con cada uno de los organizadores y directores de reuniones atléticas para que acepten nuestras propuestas. Cuando se trata de una figura reconocida mundialmente, el intercambio es fácil. Otras veces es más complicado, porque esas personas desean tener en sus encuentros a atletas con aval y, por esa razón, las negociaciones son más lentas.
“Tengo la responsabilidad de velar por que estén a tiempo los boletos aéreos, visados, tener organizado en cada país el hospedaje, la alimentación, el transporte interno y un escenario de entrenamiento que posea condiciones mínimas para un completo aprovechamiento de las estancias”.
¿Cuán preocupado estuviste para no cometer errores en los primeros momentos de tener esta responsabilidad?
“Estuve muchos años guiado por otros managers. Por eso cuando me comunicaron la designación sabía a lo que me enfrentaba. Esta tarea exige mucha concentración y dedicación. Durante 10 meses del año estoy estresado. A veces la considero más difícil que saltar 2.45 metros. La eficiencia no solo depende de mí. Existen otros eslabones cuya ejecución es importante para que todo salga bien y a tiempo. En ocasiones alguno falla.
“Busco la eficacia mediante los consejos de entrenadores y directivos del deporte, en especial de Jesús Molina, quien tiene una vasta experiencia internacional y me ayuda en las conversaciones con los atletas. Ese diálogo es importante, porque ellos son los verdaderos protagonistas. De sus resultados depende una mejor viabilidad”.
¿Qué momentos difíciles han quedado como experiencia y en cuáles has sentido la sensación de frustración?
“Cada vez que algo no sale como quisiera algún entrenador o atleta, me siento muy mal, culpable. Pierdo el sueño cuando se producen salidas atrasadas y no se participa en las competencias programadas; con hospedajes desagradables, horarios de viajes indeseados, comidas insatisfactorias, pagos fuera del tiempo previsto, etcétera.”.
¿Cómo te va luego de cuatro años de ejercicio? ¿Ya te consideras un mánager en toda la extensión de la palabra?
“Me siento bien con lo que hago. Disfruto de cada éxito, que son muchos. Trato de aportar mis experiencias atléticas y de esforzarme al máximo para que todo salga de manera correcta. Agradezco poder estar vinculado directamente a nuestro deporte después de siete años de retiro. Esta nueva situación me provoca una mezcla de alegría y nostalgia.
“Todavía no me considero un manager en toda la extensión de la palabra y nunca pensaré de esa forma. Cada experiencia te hace aprender; y no todas, ni todos, son iguales. Cada año es diferente”.
¿Qué sucede en el salto de altura? ¿Serán definitivamente los dominadores el ruso Andrey Silnov y la croata Blanka Vlasic?
“En la actualidad el salto de altura tiene grandes exponentes. Algunos saltadores muestran grandes condiciones. El motivo por el cual no llegan tan alto es la competencia. Tuve la suerte de estar en la época de oro del salto de altura mundial y los contrarios me ayudaron mucho para conseguir grandes actuaciones, pues debía saltar por encima de 2.40 metros para ganarles y ubicarme en el ranking mundial.
“Hoy son pocos los saltadores que pasan por encima de 2.35 m; y quienes lo hacen lo logran en una o dos ocasiones por temporada. Hay pocas renuncias a las alturas por vencer; comienzan temprano y arriesgan poco. Cuando llegan a cifras superiores a los 2.35 m han realizado 7–9 saltos. Es imposible que con más de 10 saltos se pueda imponer una cota del mundo.
“El ruso Andrey Silnov y la croata Blanka Vlasic son los que más posibilidades muestran para llegar, o acercarse a los límites mundiales al aire libre: 2.45 m y 2.09 m, respectivamente. Ellos deben ser los dominadores el próximo año”.
¿Cuándo estarás totalmente satisfecho con el resultado del trabajo que ahora desempeñas? “Nunca estaré satisfecho con los resultados. Estaré orgulloso por cada éxito de nuestra delegación, pero vigilante para que mi trabajo eleve la motivación del atleta. Desecho que son cuatro áreas, muchas disciplinas, aproximadamente 35 atletas, 15 entrenadores, oficiales; y que cada uno de ellos, una meta diferente. Solo pienso que deben tener todas las opciones para alcanzar su fin, no obstante estar lejos de la Patria, de sus familiares y otros seres queridos”...