La crisis del Tíbet ensombrece los Juegos de Pekín 2008
Foto: sport.es
Juan Antonio Samaranch jr., único español miembro del CIO, considera “un error y una injusticia” que los Juegos de Pekín se utilicen como excusa para reivindicar cuestiones extradeportivas, porque ello convierte en “rehenes” a los que deberían ser los únicos protagonistas de la cita, los atletas.
El tema es serio”, dijo Samaranch “porque este movimiento, surgido en el mundo occidental, intenta utilizar el Movimiento Olímpico y la cercanía de los Juegos para conseguir unos objetivos de cambio en China que ni nos corresponde hacer a nosotros ni seríamos capaces de lograr”. “Esta presión”, subrayó, “está poniendo como rehenes a más de 10.000 atletas que llevan años, muchos años, preparando los Juegos”.
Distintas organizaciones pro derechos humanos, entre ellas las asociaciones a favor de la independencia del Tíbet, han pedido un boicot de los Juegos o, como mínimo, de la ceremonia inaugural, en protesta por la política de represión del gobierno chino. Todos los gobiernos se han pronunciado hasta ahora a favor de la participación de sus equipos en los Juegos, aunque algunos mandatarios, entre ellos el príncipe Carlos de Inglaterra, han anunciado que no estarán en la inauguración. “Quienes protestan contra los Juegos no están usando cosas baldías, sino la ilusión de los atletas de todo el mundo”, consideró Samaranch. “Los Juegos son su festival, su fiesta, y no sé por qué ahora tienen que prepararse con la ansiedad y con la inquietud de pensar en las protestas que puede haber en Pekín”, añadió.
El tema es serio”, dijo Samaranch “porque este movimiento, surgido en el mundo occidental, intenta utilizar el Movimiento Olímpico y la cercanía de los Juegos para conseguir unos objetivos de cambio en China que ni nos corresponde hacer a nosotros ni seríamos capaces de lograr”. “Esta presión”, subrayó, “está poniendo como rehenes a más de 10.000 atletas que llevan años, muchos años, preparando los Juegos”.
Distintas organizaciones pro derechos humanos, entre ellas las asociaciones a favor de la independencia del Tíbet, han pedido un boicot de los Juegos o, como mínimo, de la ceremonia inaugural, en protesta por la política de represión del gobierno chino. Todos los gobiernos se han pronunciado hasta ahora a favor de la participación de sus equipos en los Juegos, aunque algunos mandatarios, entre ellos el príncipe Carlos de Inglaterra, han anunciado que no estarán en la inauguración. “Quienes protestan contra los Juegos no están usando cosas baldías, sino la ilusión de los atletas de todo el mundo”, consideró Samaranch. “Los Juegos son su festival, su fiesta, y no sé por qué ahora tienen que prepararse con la ansiedad y con la inquietud de pensar en las protestas que puede haber en Pekín”, añadió.
Fuente: sport.es