Podéis subir el escalón?". Parece una pregunta fuera de lugar para dos personas que acaban de regresar del Kangchenjunga, la tercera cima más alta de la Tierra (8.568 m). Pero la pregunta en cuestión resume el estado en el que ayer llegaron al aeropuerto de Barajas los montañeros Edurne Pasaban y Alex Chicón. Aparecieron en silla de ruedas, con los pies vendados y protegidos por calcetines y la cara quemada por el viento y el frío. Les recibieron con aplausos y ellos respondieron con lágrimas. Una emoción que se desbordó cuando Edurne, que ya suma doce ochomiles, relató, sin voz, el drama que vivieron durante el descenso: "El día 18, a las 17:00 hicimos cumbre y después bajamos al campo 4. Todo iba bien hasta ahí. Pasamos la noche y al día siguiente empezamos el descenso al campo base. Ha sido uno de los peores momentos de mi vida. Mi cuerpo dijo basta y le dije a Alex que me quería morir allí, que me quedaba en el Kangchejunga".
Alex relató el resto: "Cuando nos dijo que quería quedarse allí, Ferrán (Latorre) y yo nos volcamos. La llevé 200 metros a hombros porque su cuerpo no respondía, no hablaba. Le dimos 1mg de Fortecortín, tiramos nuestras mochilas sabiendo que poníamos nuestra vida en peligro, pero le dijimos que lo íbamos a conseguir. Ella puso mucho de su parte porque cuando una persona está en las últimas y no pone nada de su parte es imposible. La decíamos 'no te duermas', 'sé consciente de tu cuerpo'. Y lo consiguió".
Cuando llegaron al campo base, un helicóptero estaba esperando para evacuarles. "Anoche estaba a más de 7.000 metros y hoy estoy en Madrid. No sabéis cómo agradezco esto a todo el mundo. Cuando estás en una situación como la que yo he vivido, te agarras a lo que sea y yo lo hice al cariño de la gente", dijo Edurne entre lágrimas. Después, dos ambulancias les llevaron hasta la clínica MAZ de Zaragoza, donde pasarán un reconocimiento.
Edurne Pasaban en el aeropuerto de El Altet ANTONIO AMORÓSEdurne Pasabán
Edurne Pasabán estuvo recientemente en Villajoyosa invitada por la CAM y el Ayuntamiento de Villajoyosa con motivo de la conferencia "Mujeres viajeras, una mujer al filo de lo imposible".
RAÚL PINA Persigue el sueño de hollar los 14 "ochomiles" y la siguiente aventura que emprenderá es la ascensión al Kangchenjunga en el Nepal durante la próxima primavera. ¿Se siente ahora más cerca de la meta?
Prefiero ir paso a paso y ya veremos. Ilusiona que sólo queden tres.
¿Es el mayor desafío de su trayectoria deportiva?
Sí, es un reto que al principio ni me hubiera planteado.
¿Se ha marcado una fecha concreta para cerrar el círculo?
Me encantaría terminarlo para el 2010.
¿Cuánto tiempo y cuál es la preparación previa que realiza antes de atacar una cumbre de las que componen el Himalaya?
Requiere de una preparación física seguida y controlada de al menos cuatro meses.
¿Qué le da la montaña que no encuentra a nivel del mar?
Me transmite tranquilidad. Allí me centro y desconecto. Aquí vamos todos como una moto. Es una forma de vida que me da la felicidad.
¿Vale la pena jugarse el tipo en cada ascensión?
Una montaña no vale ni una uña del pie. Las cosas hay que hacerlas controlando.
¿Ha llegado a ver a la muerte de cerca?
En el K2 durante el 2004. Se complicaron las cosas en la bajada y estuve sola unas horas a más de ocho mil metros. Le vi las orejas al lobo.
¿Cuál es la cima que más le seduce y por qué?
Una a la que nunca volveré y que ha sido la más bonita es el K2. Ha tenido mucho que ver con mi vida.
¿Se sintió dueña del mundo cuando se plantó en el Everest?
No se siente eso. Hago este deporte para estar bien conmigo misma.
¿A más de ocho mil metros se congelan las ideas?
Hay que ser lúcido arriba y en la tierra. A veces, aquí perdemos más la cabeza.
¿La maternidad será la escalada más especial?
Seguro que sí. Espero que no sea la más difícil.
¿Algún consejo para superar la cuesta de enero?
Paciencia para que sea más fácil, pero nos va a costar mucho.
¿Qué aspectos de la escalada tienen aplicación en la vida real?
Para conseguir retos toca luchar duro, nada es fácil. Es importante valorar a las personas que te rodean.
Edurne Pasaban está concentrada en su duodécimo 'ochomil'. La alpinista guipuzcoana (Tolosa, 1973) se prepara junto a sus compañeros habituales de cordada para afrontar una nueva expedición en primavera. De la mano de 'Al filo de lo imposible', Pasaban atacará el Kangchenjunga, una montaña de 8.598 metros en la frontera entre India y Nepal. Es su gran objetivo del año, aunque no descarta intentar otra ascensión que la acerque un poco más a su sueño: ser la primera mujer que hace cumbre en las 14 montañas más altas del planeta. En medio de sus entrenamientos, le pilló la marcha de Sebastián Álvaro, director y creador del programa.
-Le quedan tres 'ochomiles' para hacer cumbre en las 14 montañas más altas del mundo.
-Sólo tres, sí. La intención es ir en primavera a Kangchenjunga, con 'Al filo de lo imposible' y el equipo habitual: Alex Chicón, Ferrán Latorre, Asier Izagirre (primo de Edurne) y Mikel Zabalza. Desde que me metí en este proyecto y siempre que hemos podido, he preferido trabajar con las mismas personas. Tenemos una gran confianza entre nosotros.
-¿Se acostumbra a tener una cámara detrás todo el día?
-Bueno, bueno (risas). Tengo que reconocer que se me hace raro, sobre todo en altura. Arriba tienes la obligación de sacar unas imágenes aunque el tiempo no sea muy bueno o no te apetezca porque estas cansada. Pero luego ves el resultado y es increíble.
- Y las nuevas tecnologías ayudan.
-Sí claro. Ahora es mucho más fácil que hace diez años.
- 'Al filo de lo imposible' se ha quedado sin Sebastián Álvaro. ¿Crees que cambiará el programa?
-El espíritu será el mismo. Sebastián es el creador y es su hijo, está claro. Pero ahora sólo espero que podamos hacer un programa tan bueno como lo hacía él y sin cambiar la filosofía del programa.
-Además de 'Al filo', ¿ha pensado en hacer otro tipo de programas?
- Me encantaría. Pero depende de qué programas. No me veo en ningún 'reality' (risas), pérdida en una isla. Seguro que no. Me matan por aquí si me voy (risas). Me lo pensaría si fuera un programa serio, que tenga algún valor para mí.
-¿Algo relacionado con la naturaleza?
-Es una idea. La educación sobre el medio ambiente, por ejemplo, es un apartado que habría que tratar más en la televisión. Pero de momento estoy centrada en los 14 'ochomil', en entrenar y acabar esto. Después me encantaría que me salieran las mismas oportunidades que he tenido hasta el momento.
-Son tres las mujeres que luchan por llegar a los 14 'ochomil': usted, Gerlinde Kaltenbrunner y Nieves Meroi. ¿Qué proyectos tienen sus competidoras?
-Gerlinde va a ir al Everest también esta primavera y Nieves no sé a dónde irá. Seguro que buscará alguno para seguir en la carrera.
-¿Qué le hace más ilusión: ser la primera o conquistar las cumbres?
-Creo que es un reto personal, sólo mío. No lo consideró una carrera porque no compito contra nadie. Es buena esta filosofía porque nos jugamos la vida en un deporte en el que el factor riesgo es muy grande. Lo único que quiero es terminar.
- ¿Va a subir uno por año?
-Ya veremos. Espero que en 2009 vayamos a dos, uno en primavera y otro en otoño, seguramente el Shisha Pangma. Si el tiempo es igual que el de este año, podremos conseguirlo.
-Ahora hay mucha gente que sube 'ochomiles'. ¿Siente que no se valora lo que están haciendo?
- A veces es cierto. Leí el otro día que este año habían subido al Everest 86 personas, que es una barbaridad. Esto hace que se infravalore y que quede de cara al público como algo fácil. En otras cumbres no puede haber tanta masificación como en el Everest.
Fuente: el diario montanes.es
Es, sin duda, la mejor alpinista española y una de las tres más destacadas del mundo. A las cifras me remito: ha subido once de los catorce ochomiles que existen en el planeta y ha entablado una especie de carrera con la austríaca Gerlinde Kalterbrunner y la italiana Nives Meroi que buscan lo mismo que ella: completar la lista de los catorce ochomiles que hay en el mundo, todos ellos en la zona del Himalaya.
- No es ninguna carrera por mucho que así lo quieran vender algunos. Se ha creado una especie de leyenda y da la impresión como si nos quisieran enfrentar a las tres, cuando la realidad es que somos buenas amigas. Lo que pasa es que cada una quisiera ser la primera, pero no hay competición alguna.
[Edurne Pasaban hacía cuatro años que no pisaba Murcia. Ayer dio una conferencia bajo el título de Mis últimos ochomiles en el Salón Moneo dentro de las IX Jornadas de La Aventura de Viajar]
- Por cierto, ¿cómo anda del pie? Porque recuerdo que cuando vino le acababan de amputar dos falanges en los pies como recuerdo de su ascensión al K2...
- Voy aguantando bien. Y con el tiempo se acostumbra una. No me impide escalar aunque debo tener cuidado con el frío en la montaña porque se nota mucho más.
- Volvamos a los ochomiles. Le quedan tres...
- Sí. Son el Kangchenjunga (8.586 m.), el Shisa Pangma (8.013 m.) y el Annapurna (8.091 m.). Y me he hecho el firme propósito de subir a los tres .
- ¿Qué plazo se da?
- Calculo que en unos dos años debo tener completada la lista.
- Y a sus dos rivales, ¿qué cumbres les faltan?
- A Gerlinde le quedan el K2, que es un hueso bastante duro de roer, el Everest y el Lhotse, su cumbre vecina. A Nives no lo sé exactamente los tres que le quedan.
- El año 2008 ha sido muy fructífero parta usted, ¿no?
- Bastante. El pasado 5 de octubre coroné el Manaslu, el undécimo, y tres meses antes subí al Dhaulagiri. Ha sido, sí, un año bonito.
- Sin embargo se tuvo que volver después del Manaslu...
- Quisimos, aprovechando que estábamos allí y que teníamos los permisos pertinentes, hacer una aclimatación al Shisa Pangma (uno de los tres que me quedan por subir), pero la temporada estaba ya muy avanzada, se nos echó encima el mal tiempo y hacía mucho frío. Tuvimos que desistir y volvernos.
- Y cuando acabe con los ochomiles, ¿que hará?
- Me ilusiona subir el Everest sin oxígeno. Lo hice por primera vez con oxígeno en 2001, pero me quedó esa espina clavada y quiero sacármela cuanto antes.
- ¿Ya vive de la montaña?
- Ahora, sí. Desde hace año y medio. Tengo un esponsor fuerte que antes no tenía; antes iba casi de prestado y me tenía que enchufar con el equipo de Al filo de lo imposible para hacer los ochomiles y no gastar mucho...
- ¿Vive bien?
- No me quejo...
- ¿Y la carrera y el restaurante?
- Ahí están. De momento lo he dejado todo de lado porque ya tendré tiempo de ocuparme de ello.
- Tenga cuidado, que ya se ha dejado dos dedos en la montaña...
La alpinista Edurne Pasaban (Tolosa, 1973) está comprometida con la conquista de los 14 ochomiles que existen en el planeta, todos en el Himalaya. Suma 11 y le quedan el Kangchenjunga (8.586 metros), el Shisa Pangma (8.013) y el Annapurna (8.091). No es la única mujer que lo está intentando. Sus adversarias, la austriaca Gerlinde Kaltenbrunner y la italiana Nives Meroi, tienen el mismo número de conquistas. A estas alturas, sólo vale ser la primera en completar la colección. Pasaban coronó el pasado 5 de octubre la cima de su undécimo ochomil, el Manaslu. Siempre por las rutas normales, las llamadas autopistas. Tres meses antes, ascendió el Dhaulagiri.
"No engaño a nadie. Mi nivel alpino no es el de las grandes paredes"
"Mis padres me ayudaron, pero el dinero no te sube a una cima"
"Ha sido un año bonito", cuenta Edurne. "Salía de muchos fallos el año anterior y de una situación personal preocupante". Pasaban se encuentra fuerte para terminar el proyecto, pese las críticas que ha recibido por parte de un sector del mundo del montañismo que la acusa de no ser "creativa". Edurne se defiende y pide respeto: "Mi nivel alpino no es el de las grandes paredes".
Pregunta. Resuma su historia alpina de manera breve.
Respuesta. Conocí el monte de la mano de mis padres. A los 14 años comencé a escalar en roca en el club de montaña de Tolosa y pasé mi juventud en el Pirineo y en los Alpes. En 1998 hice mi primera expedición al Himalaya, al Dhaulagiri, con mi club. Desde entonces, me dedico a los 14 ochomiles.
P. ¿Era buena estudiante?
R. No era constante ni empollona en el colegio. En la universidad mejoré, aprendí a estudiar mejor y me licencié en Ingeniería Técnico Industrial. Hace un par de años hice una maestría en Esade y me preparo para sacarme el título de entrenador personal.
P. ¿Se gana dinero subiendo ochomiles?
R. ¡Qué va! Yo tuve suerte. Mis padres me ayudaron económicamente a hacer un deporte como el alpinismo. Para mucha gente seré una niña de papá. Pero el dinero no te sube a la cima de una montaña. Hay que prepararse. Soy una afortunada por tener la posibilidad de viajar y ascender grandes montañas. He trabajado con el equipo del programa Al Filo de lo Imposible de Televisión Española y eso ha solventado mucho la parte económica. Antes hay que demostrar que vales. Yo subí seis montañas de este nivel para entrar en Al Filo. Ahora vivo de la montaña sin hacerme rica.
P. ¿Es posible tener amigos en la montaña?
R. Muchos y muy buenos.
P. ¿Y enemigos?
R. También.
P. Después de ascender el Manaslu, un sector del mundo de la montaña le ha criticado por no plantear un alpinismo creativo.
R. No engaño a nadie con lo que hago. Voy a la montaña con el nivel que puedo, con unos amigos que son la hostia. Gracias a ellos y al trabajo que todos hacemos subo a las cimas y punto. Me gustaría escalar el G IV [Gasherbrum IV, de 7.925 metros, sólo ascendida en cinco ocasiones, la última el pasado julio por los españoles Latorre, Iñurrategi, Tamayo, Zabalza y Vallejo]. Pero yo no puedo subir al G IV porque mi nivel no me lo permite. Y eso lo he dicho siempre.
P. Se la ve enfadada.
R. Me dan pena y ganas de llorar. No he hecho daño a nadie y quiero que me respeten. Yo hago el alpinismo al nivel que yo puedo y si eso no le gusta a la gente, lo acepto. No quiero ser un Reinhold Messner
[el primer alpinista en coleccionar los 14 ocho mil sin oxígeno y, en algunos, por nuevas rutas]. No puedo. Y ya me encantaría subir como lo hizo él. Pero mi nivel de alpinismo no da para ser creativa. En este país, la envidia es el deporte nacional.
P. Siempre le quedan sus amigos de cordada.
R. Me quito la gorra delante de Asier Izaguirre, Álex Chicón, Ferran Latorre y Mikel Zabalza, entre otros. Insisto. Nadie me va a quitar la ilusión y el trabajo que está haciendo esa gente. Si alguien quiere hacerme un chantaje emocional no lo conseguirá.
P. ¿Cómo se entrena?
R. Entreno en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat (Barcelona) rodeada de médicos, masajistas, dietistas y entrenadores. Todos se han volcado en un proyecto que les quedaba muy lejos. No estaban acostumbrados al alpinismo.
P. ¿Se resienten sus dos falanges de los pies amputadas por las congelaciones que sufrió en el K2 en 2004?
R. Los dedos se me enfrían más que antes. Por eso trato de ser cuidadosa en no traspasar mis límites.
P. Se le ve una persona equilibrada.
R. Tengo dos caras. Soy fuerte en situaciones extremas de riesgo y débil en cuestiones sentimentales.
P. ¿Cómo lleva el alpinista la muerte de compañeros?
R. La pérdida de un amigo afecta. Y cuando te toca muy de cerca es muy duro. Te lo piensas más a la hora de escalar. También afecta en el momento de la despedida de tu familia en el aeropuerto, cuando te marchas a una nueva ascensión. Piensas ¿los volveré a ver?
P. No le dan ganas de dejarlo.
R. Nunca tiro la toalla, aunque piense que puedo ser la próxima muerta.
P. Sus adversarias Kaltenbrunner y Meroi también suman 11 ochomiles. ¿Cuál de las tres está en la pole position?
R. A Gerlinde le queda el K2, un hueso duro de roer que le puede dar guerra. En cambio, el Everest y su cumbre vecina, el Lhotse, los puede atacar en una misma expedición. A Nives la veo muy centrada. Va muy a saco. Bueno, todas vamos a saco, pero la italiana aún más.
P. ¿Cuál será el equipo con el que afrontará el Kangchenjunga la próxima primavera?
R. Juanito Oiarzabal será el jefe del grupo. En principio, vendrá para asesorar, pero conociéndolo igual tira para arriba y hace cima. Sería su 23 ochomil. El resto del equipo serán Asier, Álex, Ferran y Mikel. Un lujo para mí.
P. Cuando termine la colección de las 14 cimas más altas, ¿qué hará?
R. El Everest sin oxígeno. Es un regalo que me quiero hacer a mí misma. Y no creo que tenga problemas para llegar a los 8.848 metros sin oxígeno. Nives subió al Everest sin oxígeno y Gerlinde hará lo mismo cuando lo intente. El Everest fue mi primera gran cima y utilicé oxígeno porque no tenía idea de cómo iba a reaccionar. Ahora ya lo sé.
Quiere convertirse en la primera mujer en coronar los 14 picos de más de 8.000 m que hay en el mundo.
Ya suma 9, y el 21 de marzo intentará hollar el Dhaulagiri (8.167 m), en Nepal.
La austriaca Gerlinde Kaltenbrunner quiere también conseguir este reto.
Predestinación. O casi. 'Edurne', en euskera, significa 'Nieves', como las eternas que habitan, desafiantes, en las montañas más altas del mundo. Catorce de ellas pueden presumir de superar 8.000 metros, pero pocos montañeros, ninguna mujer, los han coronado.
Edurne Pasabán (Tolosa, Guipúzcoa; 1973) tiene nueve en su zurrón y ahora, el 21 de marzo, inicia el asalto al décimo: el Dhaulagiri (8.167 metros), en Nepal.
He tenido muchas dudas, pero me he vuelto a descubrir
"Cuando en 2001 coroné el Everest -su primer ochomil- no pensaba en la aventura de coronar los catorce. Yo sólo quería escalar montañas. Pero pasan los años, vas sumando cimas, esta afición se transforma en una forma de vida, casi tu oficio, y llega un momento en el que piensas hasta dónde quieres llegar", explica, sonriente, Pasabán. Respeta y no olvida que, en 2004, su vida corrió peligro en el K2.
Una crisis personal
"Siempre digo que una montaña no vale ni para perder una uña, pero aquella expedición se hizo muy dura y me amputaron dos dedos de los pies", recuerda. Coronó en su primer intento. Juanito Oiarzábal, el hombre que más veces ha escalado ochomiles (21) salió peor parado. Perdió todos.
Ver la muerte tan cerca te plantea muchas cosas... Y caí en una crisis
"Para mí fue más duro lo que viene después. Ver la muerte tan cerca te plantea muchas cosas... Y caí en una crisis. Entré en una depresión porque no sabía el camino que quería recorrer. He tenido muchas dudas, pero me he vuelto a descubrir".
Pasabán se reencontrará en el Dhaulagiri, montaña blanca en sánscrito, con la austriaca Gerlinde Kaltenbrunner, la otra gran aspirante a conquistar los ochomiles. "No competimos. Somos buenas amigas y sabemos que en cada expedición te juegas la vida", matiza.
Juntas llegaron a la cima del Broad Peak (2007). Gerlinde tiene diez, pero le faltan el K2 y el Everest. Edurne se ilusiona con el Shisha Pangma (8.046 m), un viejo proyecto que no fue. Dos amigos con los que lo ideó perdieron la vida en los montes. "El Shisha sería un homenaje".
Una ingeniera restauradora
Pasabán es ingeniera técnico industrial. Renunció a la empresa familiar por la montaña. "Quizá hubiera sido lo más fácil -reconoce-, pero para este deporte los mejores años son estos, entre los 30 y los 40. Y para mí la montaña es mucho. Me ha aportado amigos -también los perdí-, mucha libertad. En la sociedad actual las cosas nos vienen muy implantadas, pero en la montaña todo surge. La decisión la tomas tú. Y eso lo valoro", explica a 20 minutos.
La montaña aporta mucha libertad
Edurne vive en Barcelona. Y allí se entrena. "¿Por qué un tenista tiene que entrenarse todos los días y un alpinista no? No lo entiendo. Éste es mi trabajo y me preparo tres o cuatro horas al día en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat", añade. Pese a su vida en la Ciudad Condal, no olvida su negocio,Abeletxe, una casa rural-restaurante en Zizurkil. "Es más duro que un 8.000", sonríe Disfruto mucho allí y con la gente. Fuente: 20 minutos.es
La montañera, cada vez más cerca de convertirse en la primera mujer que conquista las 14 cumbres de más de ocho mil metros del planeta.
La alpinista española Edurne Pasabán ha conquistado el Manaslu de Nepal, su octavo ''ochomil'', dando de esta forma un paso más en su particular carrera por convertirse en la primera mujer que conquista las 14 cumbres de más de ocho mil metros existentes en el planeta.
Pasabán salió con el resto de su expedición desde el Campo III y en 5 horas y treinta minutos consiguió alcanzar la cumbre principal de la montaña sin la ayuda de oxígeno suplementario. El resto de expedicionarios en la cumbre eran Alex Chicón, Asier Izaguirre, Mikel Zabalza, Ester Sabadel, Ferran Latorre y Juanjo Garra. Con esta nueva conquista, la alpinista vasca alcanza los 11 ''ochomiles'', en su reto por conquistar los catorce. Pasabán valorará en las próximas horas la posibilidad de viajar hasta el Tibet para realizar un intento al Shisha Pangma (8.047 metros) en busca de su duodécimo ''ochomil''.
Edurne Pasabán es una de las pocas mujeres comprometidas en alcanzar los 14 ochomiles. De hecho, le faltan únicamente cuatro que intenta conquistar de la mano del programa Al filo de lo imposible . La alpinista charla EN DIRECTO con los lectores desde el campamento base del Manaslu.
Los internautas preguntan a Edurne Pasaban
Rafael
1. 24/09/2008 - 18:03h.
Hola Edurne, soy un chico al que emocionaste en la charla que diste al centro de estudios Garrigues en su graduación, solo quería desearte la mayor suerte del mundo en tu reto. ¿De donde sacas las fuerzas para cumplir un gran reto?
Yo creo que cuando realmente amas el objetivo que vas a emprender no necesitas buscar las fuerzas, salen ya de por sí. Tengo mucha ilusión, por ejemplo para aguantar la tempestad que estamos viviendo en el Manaslu.
Carrillas
2. 24/09/2008 - 18:04h.
Más que una pregunta, me gustaría daros, A TODOS los que "andéis" por allí, una enooorme y cálida enhorabuena por estar dónde están y por haber llegado hasta ahí. Un abrazo muy grande a todos y mis más sinceros deseos de que todo salga bien, o que por lo menos no se complique demasiado.
Muchas gracias, los ánimos que manda son los que necesitamos cuando queremos tirar la toalla. Pr gente como él, seguimos aquí.
T. Pérez
3. 24/09/2008 - 18:05h.
¿Cuando estás ahí arriba, hacia donde diriges la mirada? Suerte en el Kutang.
Normalmente, la mirada hacia la cumbre, siempre con el ojo en el campo base, que es donde está la cumbre. El factor de riesgo es grande, siempre miramos a la vuelta a casa.
Nuria
4. 24/09/2008 - 18:07h.
¿Cómo te preparas para el reto de conquistar escalar una montaña de ochomil metros? ¿Cuales son los mejores momentos y los peores de esta profesión?
Yo siempre digo que para escalar este tipo de montañas, hay que preparar el físico mucho pero psicológicamente en el 75%. Hay momentos muy duros en los que tienes que aguantar y enfrentarse a este objetivo. Lo mejor de esto es el calor que recibes, por ejemplo a través de esta charla, o en los amigos que he encontrado en las escaladas. Lo peor es cuando pierdes a un buen amigo.
porras
5. 24/09/2008 - 18:08h.
¿Que sentiste al coronar el K2?
Para mí el K2 fue una montaña muy importante, K2 es siempre una montaña que todo el mundo querría escalar. Después de afrontar esta montaña, pienso quizá que es mi oficio y creo que puedo terminar los 14 ochomiles.
Javier Berrocoso
6. 24/09/2008 - 18:09h.
Hola Edurne, gracias por tenernos a los apasionados a la montaña expectantes ante el reto de los 14. Mucha suerte. Por curiosidad me gustaría saber ¿qué grado tienes a vista y ensayado en escalada deportiva en roca? Si alguna vez la practicas claro. Gracias.
Yo empecé a escalar en roca a los 14 años. Nunca me he dedicado exclusivamente a esto. Hago 6B en la escalada en roca. Me apasiona la escalada deportiva pero para tener un grado elevado como para todo hay que dedicarle mucho tiempo.
pedro
7. 24/09/2008 - 18:11h.
Hola Edurne!! Me pareces una persona admirable y merecedora del Premio Príncipe de Asturias, ¿Qué piensas cuando coronas un ochomil? Gracias
Muchas gracias por lo me dices. Cuando corono un ochomil, en ese momento me da muy poco tiempo para pensar, me paro a pensar en la bajada sobre todo, porque es muy importante también. Los últimos 10 metros son los más emocionantes, los que ves que tu objetivo está cumplido y se te saltan las lágrimas.
pedr
8. 24/09/2008 - 18:12h.
Gabón Edurne!! Gracias a Sebastián Álvaro conozco tus hazañas ¿Es duro estar tanto tiempo separada de tu familia? Gracias
Quizás sí, es una de las cosas más duras. Me paso casi 6 meses fuera de España. Lo que más hipotecas es la familia y los amigos. Te preguntas mucho si merece la pena pero luego hay otros momentos en lo que te sientes bien y luego lo disfruto con ellos.
Joano de valencia
9. 24/09/2008 - 18:14h.
Edurne, lo primero enhorabuena por tu increíble trayectoria. Mi pregunta es, ¿que tipo de preparación llevas a lo largo del año, para enfrentarte a un ochomil? tb decirte q soy un gran aficionado al alpinismo, el cual practico menos de lo que me gustaría por el motivo de siempre... el dinero jejejee así que me conformo con nuestros pirineos que nunca nos fallan :) un besazo y suerte campeona!!!
Yo también comencé en el Pirineo. Allí lo practico con mis amigos. Ahora estoy en un centro de alto rendimiento en Barcelona, mi entrenamiento es de larga duración y resistencia, que es lo que vamos a necesitar en el Himalaya.
Manolo
10. 24/09/2008 - 18:15h.
Hola Edurne, estoy siguiendo tu ascensión y me da la impresión de que el mal tiempo no os esta dejando trabajar como queríais ¿Cuando se espera una ventana de buen tiempo? y ¿Como esta el grupo después de tanta enfermedad? Un fuerte abrazo, ánimo y salud para todos.
El equipo ha mejorado muchísimo. Al principio tuvimos mucha gripe, pero ahora está todo el mundo curado. Las previsiones es que el tiempo mejore mañana e intentar plantar el segundo campo, aclimatar y estaríamos preparados para la siguiente ventana de buen tiempo e ir hasta la cumbre.
David González
11. 24/09/2008 - 18:17h.
¿Notáis los alpinistas algún signo de cambio climático (por ejemplo: disminución del tamaño de los glaciares) en el Himalaya? Gracias.
Sí, la verdad es que en los últimos 10 años. En los glaciares noto disminución. Des Desde que vine al Dhaulagiri en 1998 y ahora en 2008 se nota mucho el cambio. Últimamente, he visto que el monzón se alarga mucho y que el buen tiempo tarda en llegar, las temporadas en estos últimos años están variando.
Alpinista de la arista
12. 24/09/2008 - 18:18h.
Hola Edurne ¿Cómo habéis encontrado el monte, muy cargado de nieve tras el monzón? ¿Cómo anda de riesgo de avalanchas? Mucha suerte para la cima.
Sí, todavía el monzón sigue, la última cola nos sigue afectando, el peligro de avalanchas es bastante grande. Sobre todo, en este campo. Estamos esperando que se asiente y nos deje ir a la cumbre.
Intrépido
13. 24/09/2008 - 18:19h.
¿Cuál ha sido tu momento más crítico en alta montaña? ¿Has llegado a temer alguna vez que no conseguirías bajar... volver?
Sí, el momento más crítico fue en el descenso del K2 en 2004, llegamos tarde, se nos hizo de noche, sufrí congelaciones. Vi las orejas al lobo. Fue el momento en el que peor me he visto en la montaña.
Jokin
14. 24/09/2008 - 18:21h.
Hola Edurne, en primer lugar enhorabuena porque vuestras hazañas superan lo imposible... En tu carrera hacia la leyenda se quiere "vender" una competición con la deportista austriaca, sin embargo mostráis un compañerismo admirable que demuestra que no existe rivalidad en el alpinismo ¿es cierto esto? ¿es debido al riesgo que existe? ¡¡Un abrazo y mucha suerte!!
Yo no creo que se deba al riesgo. La relación que tenemos es de amigas. La relación es de amistad, no hay competición. Yo recibo apoyo suyo en todo momento. Somos sólo amigas que lo pasan bien, haciendo lo que más les gusta.
Antoin
15. 24/09/2008 - 18:21h.
M. Morales me comentó que en la ascensión al K2, pasasteis verdadero miedo al intentar coronar... ¿puedes contar la experiencia? ¡Salud y Suerte!
La ascensión al K2 fue de las más duras, de las que más tengo que aprender.
Javi
16. 24/09/2008 - 18:23h.
Hola Edurne. Enhorabuena por tu trabajo. A la hora de buscar esponsors en este deporte "caro", ¿recibes incomprensión al que se considere tu trabajo más un hobbie que una profesión? ¿encuentras esponsors? y ¿para cuando el alpinismo será un deporte de masas? Suerte y al toro. Un fuerte beso, Javi
La verdad es que no es un deporte que sea fácil encontrar esponsors, pero gracias a los medios de comunicación llega más a la gente. Hace unos años sería imposible hacer una charla digital sobre este tema. Todo ayuda. En los últimos años está cambiando bastante. Gracias a esto está más cerca cumplir mi reto y mi sueño.
Aranzazu
17. 24/09/2008 - 18:24h.
¡¡Hola Edurne, ten mucho cuidado en tu próxima aventura!! ¿de pequeña ya escalabas cualquier cosa? ¿diste muchos sustos a tu madre? Un besazo
Siempre he sido una chica revoltosa, de muy joven empecé a escalar. En casa, no lo entendían muy bien. Siempre digo que lo he practicado desde muy joven y me he relacionado con muy buena gente.
jorge Fernández
18. 24/09/2008 - 18:25h.
Hola Edurne ¿es verdad o es un mito lo de que cuando se llega a lo alto de una montaña se ponen los brazos en jarra? muchas gracias y suerte con los próximos proyectos
No lo había escuchado nunca, me fijaré en las fotos de cumbre que tengo.
Rober
19. 24/09/2008 - 18:26h.
¡Mucho ánimo Edurne! Tú puedes con 4 más. Cuéntanos alguna anécdota divertida que os haya pasado al equipo durante esta experiencia de los ochomiles por favor. ¿Sabías que eres la única mujer que figura en la sección de deportes de este periódico hoy? Desde aquí recibe todo nuestro apoyo
Gracias por el apoyo, alguna anécdota... podríamos contar mil. Últimamente, tengo un equipo que además de ser profesionales, son gente con la que se pasa muy buenos ratos. Habría mil anécdotas.
Pilar
20. 24/09/2008 - 18:28h.
¿Que comen, quien cocina?
Cocina un nepalí llamado Nati, cocina muy bien. En los campos de altura comemos sopas y, en general, mal. Siempre he estado rodeado de gente que le ha gustado mucho cocinar como Juanito Oiarzabal. En el campamento base, comemos muy bien siempre.
Deivid
21. 24/09/2008 - 18:29h.
Hola Edurne... vuestros documentales consiguen ponerme los pelos de punta. Cuando te ves en televisión ¿eres todavía más consciente de la peligrosidad a la que te enfrentas? ¿Viéndote has pensado alguna vez "cómo he podido superar esto"?
A veces cuando estoy en casa, y veo alguna expedición, me entran ganas, un cosquilleo, que incita a volver. Me ayudan a seguir, es lo que siento al ver estos documentales.
carlos
22. 24/09/2008 - 18:31h.
Hola Edurne, ante todo mucha suerte y mucho cuidado, claro. ¿Crees que serás la primera en coronar los 14? Suerteee!!
La verdad es que es el objetivo aunque no lo sé. El deporte que practico es de mucho riesgo. No sólo depende de mí, el factor de la montaña, si está en condiciones o no, por mi parte yo haré todo lo posible.
Juan
23. 24/09/2008 - 18:31h.
Hola Edurne. ¿Crees como yo, que de los ochomiles que te quedan, el que más respeto inspira es el Annapurna?
Sí, el Annapurna es peligrosa, ya estuve el año pasado. Es de las que más respeto le tengo.
Dani
24. 24/09/2008 - 18:33h.
Hola Edurne, ¿Qué ha cambiado en ti desde que comenzaste a salir al monte a tus actuales proyectos más profesionalizados? Buena suerte y un abrazo.
Ha cambiado la experiencia que he ido adquiriendo, en mí nada. Me he rodeado siempre de buena gente. Me he dado cuenta con los años que siempre hay que intentar aprender de los demás.
Montse
25. 24/09/2008 - 18:34h.
¿El hecho de estar acompañado en esta expedición por otra mujer (Esther Sabadell) te hace sentirte más acompañada?
Sí, siempre es un apoyo, esto es un ambiente sólo de hombres. Es verdad que las relaciones que tengo no han tenido diferencias entre hombres y mujeres. Siempre he tenido el apoyo de un amigo, que es lo importante.
Mensaje de despedida
Desde el Manaslu, envío un abrazo a todo el mundo. Gracias por seguir este nuevo objetivo. La verdad es que notamos todo su apoyo y nos ayuda para que podamos llegar a la cumbre. Un beso y gracias.
Iñaki Ochoa, en el campo base del Annapurna. (Foto: EFE)
23 de mayo.- Hola Iñaki. Esta noche estaba escribiéndote una carta, eran las dos de la mañana y no podía dormir, igual que estas últimas noches. Pero hoy ha sido especial, llevabas seis días ahí arriba, en las laderas del Annapurna, y con impotencia, lo único que hemos podido hacer por ti es mandarte ánimos, para que siguieras luchando por tu vida como siempre has hecho.
Seguro que no esperabas que te escribiría esta carta... yo tampoco. Tampoco me gusta hacerlo... no tendría que haberla tenido que escribir nunca. Ayer por la tarde estaba en casa, y solamente tenia información tuya, a través de los medios de comunicación, me armé de valor e intente llamar a Koldo y a tu familia, no quería molestar, pero les quería transmitir mi apoyo y decirles que estaba para lo que necesitaran.
Pero tuve mala suerte, no pude hablar con nadie, se habían ido a descansar, después de haber estado todo el día ahí, trabajando, intentando hacer lo imposible por ayudarte. A las 10.30 de la noche recibí una llamada de un buen amigo tuyo, Jorge.
Normalmente a esa hora no cojo el teléfono si no lo conozco, pero vi un prefijo 948, enseguida me di cuenta que era un teléfono de Navarra, asustada lo descolgué... era Jorge, yo no lo conocía, me dijo que era amigo tuyo, me extrañó, enseguida pensé que quizás necesitaban algo en Nepal o algún otro tipo de ayuda, pero mi sorpresa fue que, Jorge, con tranquilidad, me dijo que quería comentarme una cosa.
Cuál fue mi sorpresa, cuando me contó que en el un diario deportivo de gran tirada nacional, en la edición del País Vasco había una columna firmada por mí. Para mí era la primera noticia, puesto que yo no había escrito nada y no había hablado con nadie de ese diario. Además al estar viviendo en Barcelona no tengo acceso a la edición del País Vasco.
Mi sorpresa fue mayor cuando me leyó aquella columna. "Llega un momento, en el que te vuelves ciego, no ves el peligro, y únicamente piensas en la cima, creo que a Iñaki le ha pasado esto".
Yo me quedé petrificada, le expliqué a Jorge y a tu familia que yo no había escrito ninguna columna en ningún periódico. Pero lo más importante para mí, es cómo te lo voy a poder explicar a ti. Creo que hemos pasado muchas cosas juntos, muchas más de las que piensa la persona que ha tenido el valor de utilizar mi nombre para firmar el artículo.
Tú y yo sabemos que este mundo no es como el que a veces soñábamos. Por eso nos hemos dedicado a subir montañas, a vivir intensamente, esto ha ocupado casi toda nuestra vida y nuestros corazones, esto que nos ha dado tantas alegrías y nos ha hecho sufrir tanto.
A un tipo de vida difícil y comprometida, de riesgo, pero llena de valores. De valores y de personas íntegras que no piden nada a cambio. Valores como los que han demostrado tener todas estas personas que te han estado ayudando estos días, que sin pedir nada a cambio y han dado todo para subir hasta donde estabas e intentar ayudarte.
¿Te acuerdas aquel día en el campo tres, del Annapurna el pasado año, aquella mañana en que ni tú ni yo veíamos claro seguir subiendo hacia arriba, aquella mañana en que decidimos bajar al campo base y dejar el Annapurna para otra vez?
La persona que ha tenido el valor de hacernos esto, a ti, a mí y a los tuyos, seguro que no sabe lo felices que bajamos al campo base. Esta persona no conoce todos estos valores y del cariño y agallas que han demostrado tener todos tus amigos intentando ayudarte. Por estos valores maravillosos, hacíamos lo que más nos gustaba.
Cientos de veces nos han preguntado por qué hacemos esto. ¿Tú crees que en estos momentos entenderían nuestra respuesta, los que siempre nos han preguntado lo mismo? Da igual Iñaki, que nos entiendan o no, nosotros hemos tenido la suerte de tener y sentir todos estos valores. Ayer escribía esta carta, te la quería dar para que la leyeras, ahora no te la voy a poder dar, pero la escribo igual, para transmitirte lo que siento. Has luchado por la vida, como siempre lo has hecho, duro, sin rendirte, hasta el último minuto... Ahora lo único que puedo hacer es darle ánimos a toda tu familia, a tus amigos.
Y a ti... me encantaría poder estar ahí arriba, aunque sólo sea por unos segundos, abrazarte, y susurrarte, que te queremos mucho, que he aprendido muchas cosas a tu lado, y gracias, gracias por haberte conocido, por haber podido compartir momentos contigo, por reír y llorar juntos.
Pero todavía escalaremos muchas montañas juntos, y seguiremos soñando, soñando con lo que más nos gusta, ser libres, porque siempre te llevaré en mi pensamiento y dentro de mi corazón.
Tras diez horas de máximo esfuerzo, la expedición de Al Filo de lo Imposible, liderada por la alpinista tolosarra Edurne Pasaban, consiguió hollar la cumbre del Dhaulagiri, en el Himalaya nepalí, a 8.167 metros de altitud. De esta forma, Edurne se convierte en la tercera mujer en el mundo, junto a Kaltenbrunner y a Meroi, con diez ochomiles a sus espaldas, y sólo le quedan cuatro por coronar. La expedición, formada por el cámara Ferrán Latorre, y los alpinistas Nacho Orbiz, Alex Chicón, Fernando González, Asier Izagirre e Iván Vallejo (que logró su decimocuarto ochomil), consiguió hacer historia llegando a la cima a las diez de la mañana hora española.
Duras condiciones.
Los montañeros partieron desde el campamento base número tres, situado a 7.600 metros de altitud, para superar un desnivel de 567 metros. La cumbre del Dhaulagiri es una placa de nieve y hielo. Además, las condiciones atmosféricas tampoco ayudaron, pues el fuerte viento y las bajas temperaturas en la montaña obligaron a los alpinistas a realizar un mayor esfuerzo durante el tiempo que duró la ascensión.
La propia protagonista telefoneaba a su madre, que en su domicilio aguardaba impaciente la llamada, al filo de las tres y media de la tarde. Se mostró fatigada después del esfuerzo: "Estoy bien y contenta después de haber hecho cumbre, pero ha sido muy duro". Se prevé que en la jornada de hoy puedan descender hasta el campo base, si las condiciones meteorológicas lo permiten.