Mostrando entradas con la etiqueta José María González Ortega. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta José María González Ortega. Mostrar todas las entradas

martes, 24 de mayo de 2022

9606. Artículo publicado por José María González Ortega en Lanzadigital.com: "Palabra de amor"

 

José María González Ortega,




A los amantes de poesía con denominación La Mancha, sugiero compren y lean el volumen colectivo titulado “Palabra de Amor”. Lo patrocina el Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava, donde tuvo lugar el III Encuentro Oretania de Poetas.
Conocidos autores de la provincia reflexionan sobre temas universales, en este caso el amor. Valiosa labor cultural y también solidaria del grupo de comunicación que dirige el calzadeño Julio Criado, pues la venta del libro se destina para fines sociales.
Nemesio de Lara, presidente de la Diputación de Ciudad Real y buen amigo de nuestros poetas, declara en su prólogo: “Ay, si el mundo se dejara guiar de cuando en cuando por los poetas... No sería necesaria la frase de Aristóteles: “La historia cuenta lo que sucedió; la poesía lo que debió suceder.” (p.7)
Nueve voces iluminan el amor pasional, afectivo, maternal, elegíaco, divino..., la amargura del desamor y hasta detalles de buen humor. El coordinador de los encuentros, Luis Díaz-Cacho, ha reunido a poetas de diferentes estilos y trayectorias: Antonia Piqueras Jiménez (Villamanrique), Elisabeth Porrero Vozmediano (Ciudad Real), Luis Romero de Ávila Prieto (La Solana), Manuel Muñoz Moreno (Argamasilla de Calatrava), Nicolás del Hierro (Piedrabuena), Pilar Serrano de Menchén (Argamasilla de Alba), Presentación Pérez González (Villanueva de los Infantes) y Ramona Romero de Ávila Bueno (La Solana).
Antonia Piqueras aporta cuatro poemas entrañables, cuyos versos acogen el amor desde que surge conmovido, pasando por el júbilo de dar nuevas vidas, verlas crecer y caminar libres hacia la luz..., para culminar en una visión esperanzadora sobre lo irremediable: “Cuando ya no esté, cuando me haya ido, / búscame en el firmamento. / ¡Allí estaré, entre las estrellas, / siempre vigilando tu sueño!” (p.22)
Elisabeth Porrero combina cinco poemas de versos libres: “Tu lengua (...) dándole forma y más significados / que nunca se creyó / capaz de poseer.” (p.36), con tres sonetos que dibujan un ciclo romántico, Antes de ti, En ti y Después de ti: “Escuchará mis ruegos el destino / y dirá que otra vez me perteneces, / pues no sabré morir si no es contigo.” (p.30)
Luis Díaz-Cacho firma dos poemas; el primero, Ponme un nombre de amor entre los labios, consta de cinco partes: “Ponme un copo de nube / entre las manos / que me haga sentir / todo el deseo / que me tiene prendido / a tu distancia.” (43), y tres sonetos que titula Llevo tu sed clavada en mi costado: “Soy peregrino / que camina sin rumbo su mañana. / Con tu amor en mis brazos soy solana / en la noche de sol de mi destino.” (p.46)
Luis Romero de Ávila colabora con romances y sonetos dedicados al amor familiar, conyugal, humano y divino: “En Dios nuestra ilusión, como un secreto / que nadie sabe, amor, que nadie sabe, / una historia que solamente cabe/ en dos almas divinas...” (p.57); más un último poema de versos endecasílabos asonantados, donde su voz se desnuda:  “Hoy vengo a confesar que soy poeta, / hoy quiero repetir que la esperanza / del mundo está en nosotros, los amigos / del amor, de la vida y la palabra...” (p.59)
De Manuel Muñoz es Alguna historia de amor, escrito en cinco partes de prosa poética: “No he conocido mejores días que estos que me ha tocado vivir/.../ de los que sólo me salva la caricia, la ternura de una mano amiga...” (p.68), y cinco poemas desnudos: “Hoy, volvemos a contar horas / y sueños / desde atrás como al principio. / Quizás sea esto / el amor.” (p.75)
Al poeta Nicolás del Hierro se lo comen a besos tres ángeles: Irene, Víctor y Andrea. Tras la dura vida soportada por su generación, es un niño feliz. A cada nieto le dedica dos poemas:  “Comprende, Andrea, que a mis años / ya no estoy para saltos ni cabriolas...” (p.82) “Víctor todavía conserva / la inocencia en su entraña.” (p.85) “Ya puedes votar, Irene /... / Úsalo como conviene/ a derecho y a deber. / Sé justa en el conceder / y exigente en ambiciones...” (p.86)
Pilar Serrano vive la poesía desde la piel al alma. Entrega nueve sonetos y logra conmover cuando su corazón habla de los hijos, Lorenzo: “El dolor y la pena yo quitarte / quisiera con caricias y ternuras / y así alejar lo triste, amor, besarte...” (p.97) y Pilar: “No cambies nunca; que tu amor, bordado / con letras de topacios y armonías, / dona tu corazón iluminado.” (p.98)
Presen Pérez siembra luz esperanzada de amor: “...es una loca búsqueda / por encontrarte y encontrarme; / que respirar tu fuerza / donde se toma el pulso a la vida / es un breve retorno hasta tu centro.” (p.107) Nacen solidarios poemas, seducidos por quienes pagan con hermosas sonrisas los cuidados que reciben: “Me enseñaste que lo pequeño, / a veces, es lo más grande; / sólo hay que descubrir el rostro / donde habita la inocencia.” (p.102)
“Palabra de Amor”, este caleidoscópico volumen de poetas amigos, lo cierra Ramona Romero de Ávila. Mensajes apacibles, preñados de recuerdos y fervor a La Mancha: “No necesita el mar / ni sus ojos azules/... / le basta con la anchura / de su campiña seca, / de sus senos hambrientos...” (p.112) Dolorosa verdad de la vida que siente latir en la casa vieja, donde ya no pueden regresar sus padres, ni su hermano. Allí la vieron crecer... y siempre los echará de menos: “Si existen los fantasmas / después de tanto tiempo, que nos busquen a todos / felices en su espacio, / porque nunca estará vacía de nosotros / nuestra casa.” (p.116)
En estos días especiales de Navidad, me producen desasosiego los duros presagios de la crisis. Para 2012, necesito pedir a los gestores culturales de nivel local, provincial y regional, que sigan fomentando la necesaria pasión de nuestros artistas (pintores, músicos, actores, cineastas, escritores, etc.), junto a la valiosa labor de consolidados y reconocidos grupos; todos incansables testigos de su tiempo.
Gestores culturales y personas sensibles: muchos tienen alma de poetas. Tomarán decisiones sensatas, sin caer en la tentación de menoscabar colaboraciones actuales sencillas, pero capaces de llenar aforos y superar fronteras. Estoy convencido.



3 ene 2012

viernes, 20 de mayo de 2022

6488. Libro de José María González Ortega, "Detrás de las palabras". Postguerra y Transición en la poesía de Ciudad Real. Comentario de Ángel Luis Luján Atienza, doctor en Teoría Literaria de la UCLM

 

Foto: http://es.wikipedia.org 

Es una verdadera dicha poder hablar de esta nueva entrega de la Biblioteca Añil Literaria, que continúa en la línea emprendida hace algunos años de dar a conocer la poesía de las cinco provincias de nuestra región a través de antologías personalísimas, verdaderas antologías de autor, si se puede decir tal cosa sin entrar en contradicción. Después de Toledo, Albacete y Cuenca (que tuve el placer de realizar), y a la espera de la de Guadalajara, tenemos ahora en nuestras manos la correspondiente a Ciudad Real.
Mostrar lo mejor de la poesía de nuestra región, no sólo a los lectores de Castilla-La Mancha (cuyas provincias han vivido en general, aunque cada vez menos, en aislamiento cultural mutuo), sino especialmente a los interesados allende los límites de la Comunidad, es una encomiable y necesaria labor; así va quedando constancia del grado de calidad que aportan al panorama poético español otros ámbitos geográficos que no son los repetidos centros de gestión (“poder” sería una palabra demasiado ancha para el objeto) poética.
Aunque insistir en esto de la calidad y la notoriedad probablemente esté de más en el caso de Ciudad Real, tierra particularmente fértil en excelente poesía. Buena muestra de ello es la nómina que nos presenta en su antología González Ortega: José Corredor Matheos, Francisco Mena Cantero, Valentín Arteaga, Félix Grande, Nicolás del Hierro, Miguel Galanes, Joaquín Brotons, Federico Gallego Ripoll, Juana Pinés Maeso, Teo Serna, Francisco Gómez-Porro, José María González Ortega, Pedro Antonio González Moreno y Ángela Vallvey, la mayoría de ellos suficientemente conocidos y reconocidos en el mundo de las letras españolas con premios tan importantes como el Nacional de poesía, de la Crítica, etc. Dignos continuadores, pues, de la labor de los inmensos Juan Alcaide, Eladio Cabañero y Ángel Crespo, por nombrar sólo los principales. Nada que reprochar, por tanto, a la selección, pues la ausencia de Dionisio Cañas, nombre que acude a la cabeza de todos, se debe a voluntad propia como se aclara en la nota introductora del director de la editorial, Alfonso González-Calero.
El responsable del volumen es el poeta José María González Ortega, que ya firmó en 1983 la importante antología Ciudad Real: Poesía Última, de la que esta que ahora leemos se presenta como renovación, aunque desde luego Detrás de las palabras es un trabajo que supone un serio planteamiento (sin necesidad de ser continuación de nada) de la poesía hecha en Ciudad Real en la época que indica el subtítulo por autores nacidos entre 1929 y 1964.
El fino olfato poético de José María González y el gran conocimiento del mundo poético (con la atención siempre puesta en la poesía en general, pero especialmente de su provincia y región) de este gran “luchador” de la cultura a través de actividades, encuentros y crítica en prensa periódica, le permiten presentar una obra sólida y sugerente. El antólogo ha optado por realizar una breve introducción general, que es una jugosa declaración de intenciones, y encabezar la selección de textos de cada uno de los poetas con una semblanza crítica, en la que los autores no pierden la voz, pues José María González parece aquí acompañarlos más que introducirlos. Esto hace que la lectura de la antología no abandone nunca el tono lírico ni la tensión poética.

Quiero destacar la familiaridad del antólogo con todos los aspectos de la poesía, y sobre todo la posición ética y humanística desde la que entiende tanto la creación como la crítica. Además de la justeza de los juicios, se agradece el grado de pasión y de implicación de González Ortega que hacen de esta muestra algo realmente vivo.
 La antología se presenta en su aspecto formal, como nos tiene acostumbrados Almud, muy cuidada, sorprendentemente libre de erratas en los tiempos apresurados que corren y bellamente ilustrada por el artista alcazareño Isidro Parra. El libro cumple, en definitiva, su doble papel de dar a conocer a los poetas (que a veces sólo son accesibles al público general a través de estas muestras seleccionadas) y de dejar al lector con ganas de seguir profundizando por ese camino. Las antologías deben ser como un “anzuelo” para pescar a lectores de poesía y esta lo es en todo punto.

José María González Ortega, Detrás de las palabras. Postguerra y Transición en la poesía de Ciudad Real, Ciudad Real, Almud, ediciones de Castilla-La Mancha, 2009. 191 pp.

Fuente: http://www.lanzadigital.com

30 may 2010