sábado, 24 de noviembre de 2007

4478. Anatoli Karpov: "El castigo de cárcel a Gari Kasparov fue muy duro". La mejor puntuación ELO de la historia es la de Bobby Fisher en EE UU 11/11

 

Anatoli Karpov Foto: david gonzález (as.com)

Karpov y Kasparov conmemorarán con unas partidas en Valencia (21-24 septiembre) el duelo que les enfrentó por su primer Mundial, del que se cumplen ahora 25 años.

Aitor Pilán

El próximo mes volverá a medirse contra Kasparov en Valencia, ya ha visto el lugar donde se celebrará la partida, ¿qué le parece?

Estoy seguro que es de los mejores sitios de España y de Europa. Es un auditorio muy bonito y seguro que se verá un buen espectáculo de ajedrez.

Según la ELO (un sistema de medición de resultados del ajedrez), la mejor de la historia es la de Bobby Fisher en EE UU con un 11/11, pero la suya se considera mejor pese a tener un 11/13...

Bueno, Fisher tiene un 11/11 porque no tenía la misma oposición que tuve yo en Linares, donde estábamos los mejores jugadores del mundo.

¿Qué recuerdos guarda de Linares?

Yo estaba en plena forma. Estaba molesto por lo que pasó el año anterior y aunque perdí algunas partidas que debí haber ganado, tuve suerte y todo salió bien. La verdad es que fueron las más grandes de la historia del mundo y del ajedrez.

Usted mantiene que el ajedrez está en crisis, ¿es por la inclusión de las computadoras?

Podría ser sólo una parte. La mayor parte de la crisis viene por el comportamiento de los jugadores, que no entendieron qué hacer o no contra las máquinas. Nunca se preparaban igual para una partida contra la máquina como cuando tenían que jugar por el título mundial. Solían considerar las partidas contra las máquinas como una forma fácil de ganar dinero y las usaban para eso, con lo que para el público en general, la imagen de las computadoras se iba haciendo más fuerte frente al jugador de ajedrez. Los jugadores aceptaron reglas que no deberían haber aceptado. Jugar contra una máquina nunca es posible en igualdad de condiciones, ellas tienen una base de datos mucho mayor que la del hombre, aunque sea el mejor.

¿Qué cualidad se alegra más de tener como ajedrecista?

Mire, normalmente yo paraba de preparar las grandes partidas una semana antes para tener hambre de ajedrez, que es lo más importante. Evidentemente, hay que tener un sistema nervioso a prueba de bombas y ser capaz de aguantar una gran cantidad de tensión. También es necesario estar bien físicamente.

¿Qué pasó cuando a Kasparov lo metieron en la cárcel y usted quiso ir a visitarle?

Aunque algunos amigos y seguidores intentaron ir a verle, no le dejaron. Yo estaba en España cuando le detuvieron y, al día siguiente, volví a Moscú. Cuando llegué quise ir a verlo para conocer cuál era su estado mental, era una situación dura para él. Nunca hemos sido amigos, pero sí rivales y era una cuestión moral y solidaria, como cuando a Fisher le buscaban los EE UU e incluso estuvo en la cárcel en California. Quise dejarle una revista y ni siquiera se la dieron. Creo que el castigo por una decisión política que tomó fue muy duro y excesivo. Al final, por suerte, todo quedó en cuatro días.

¿Cuál es su trabajo real por la paz en Chechenia?

Ya no tenemos muchas conexiones reales allí. Mi fundación trabaja para la paz en momentos concretos y ahora, en Chechenia, tienen muy buenas personas trabajando en ello.

Usted fue diputado en el parlamento en la época de Mijail Gorbachov, ¿qué piensa de Vladimir Putin?

Hay una cosa del entorno social de Rusia que sólo los rusos sabemos. Después de Yeltsin estuvimos muy cerca de volver a separarnos, como cuando éramos la Unión Soviética, y él fue capaz de mantenernos unidos, lo que ha ayudado a presentar a Rusia a buen nivel internacional. Ha demostrado que puede tener resultados buenos para elevar la economía de Rusia a base de exportaciones, pero se ha dado cuenta que hay más cosas que hacer para convertirnos en un país desarrollado del todo.

Hace poco que Obama viajó a Moscú para la primera cumbre ruso-americana, ¿qué piensa el presidente de los Estados Unidos?

Le voy a dar mi opinión sincera. Me gusta mucho que él sea presidente porque sé que ha recibido una educación muy buena en todos los sentidos, lo que es muy raro en los presidentes americanos. Sé que escribe sus discursos y que toma sus propias decisiones. Estoy seguro que tiene grandes consejeros, pero el que decide es él y no ellos; porque el presidente es él y no los consejeros, que sólo son consejeros.

Un Maestro Mundial de ajedrez, al que se supone de las personas más inteligentes del planeta, ¿cómo está viviendo esta crisis mundial?

Pues preocupado. Da igual que seas inteligente o no, son tiempos peligrosos para todos. Algunos de mis proyectos personales de los últimos tiempos se han visto afectados.

Hace unos días se cumplía el 40 aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Se produjo en medio de una guerra política entre EE UU y la URSS. ¿Usted cree que la pisaron?

Realmente me sentí muy bien cuando dejaron esa pelea por dominar el cosmos y se pusieron a trabajar juntos, porque cuando los dos países más poderosos investigan algo tan grande siempre es un avance para el mundo. Sobre las imágenes, realmente yo sí creo que Armstrong y Aldrin estuvieron en la Luna.

Fuente: as.com

ENLACES:

3171. Cuatro jugadores no cumplen la regla de superar los 30 movimientos. Ivanchuk, Carlsen, Wang Yue y Anand concluyeron sus encuentros antes.

2367. Shírov se opone a la suspensión a Ivanchuk. EL UCRANIANO PODRÍA SER SUSPENDIDO 2 AÑOS POR NO PASAR UN CONTROL ANTIDOPAJE.

 

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miércoles, 21 de noviembre de 2007

14. Los ruidos que había en la calle llegaban vibrantes como flechas en el aire

Poco más de once años llevaba yo trabajando en el Departamento de Contabilidad de la Factoría de CASA de Getafe, cuando me propusieron que si quería trasladarme a la Dirección de Proyectos, a un edificio nuevo que se estaba construyendo. No tuve que pensármelo mucho, enseguida dije que sí. Era una oportunidad que se me ofrecía para mejorar mi vida laboral y no estaba dispuesto a desaprovecharla. Probablemente no volviera a tener otra ocasión tan atractiva como aquella. Era el año 1977.
Mi trabajo en la Fábrica consistía, entre otros, en preparar la facturación a la USAF.
En la década de los años setenta, en Construcciones Aeronáuticas de Getafe, se revisaban muchos aviones del Ejercito del Aire de los Estados Unidos de América. Había mucho trabajo. Todo el que quería ganar dinero podía conseguirlo realizando horas extraordinarias.
Pasó casi un mes desde que me propusieron cambiar de curro hasta que me marché.
Durante los casi treinta días que pasé de espera, tuve ocasión de conocer un poco más, de lo que ya conocía, a mi compañero de trabajo Felipe Pajuelo. Él sería el encargado de realizar mi relevo laboral, de coger el testigo simbólico que yo le daba.
Pasamos unos días inolvidables. Teníamos las mesas juntas. Aquello propició un intercambio de información extraordinariamente fluida.
Recuerdo que en nuestra búsqueda de nuevos conceptos, le dimos mucha importancia a los verbos auxiliares ser o estar. Intentamos encontrar nuevas definiciones. Nos reímos mucho. Procuramos darle sentido a nuestra realidad de aquellos días. Conseguimos un acercamiento que se rompió con la distancia y los nuevos compromisos y responsabilidades que yo adquirí en mi nuevo destino.
La mañana que tenía que incorporarme a mi nuevo trabajo en la Dirección de Proyectos, estaba mirando todavía la pared del dormitorio, donde se reflejaba una tenue raya del día, y sabía ya que tiempo hacía en el exterior. Los ruidos que había en la calle llegaban vibrantes como flechas en el aire, resonantes en una mañana espaciosa, glacial y pura. Los coches que circulaban a aquella hora transmitían un sonido quejumbroso, como si tuvieran muchas dificultades en avanzar. La lluvia no tardaría mucho en hacer acto de presencia y yo tenía que ponerme rápidamente en movimiento si no quería llegar tarde a mi cita.
La nueva dirección de Proyectos nació de la integración de la extinta Hispano Aviación de Sevilla y la Dirección de Proyectos de CASA, que tenía las oficinas en la calle Rey Francisco de Madrid.
En la Dirección de Proyectos pasé trabajando 12 años. Hoy, a diez días de cesar mi actividad laboral, al recordar todas las vivencias que he tenido, no tengo duda en calificar mis primeros años en Proyectos como los mejores en mi vida laboral.
Al final de la década de los ochenta cambiaron muchas cosas en CASA, las nuevas incorporaciones, con titulaciones Universitarias, fluyeron de una forma masiva e indiscriminada.
No solamente ingenieros aeronáuticos, que según entendíamos nosotros eran muy necesarios, sino también una riada de economistas, al mando de un capitán. Pronto se encargaron de tomar posiciones en el nuevo territorio conquistado. Someter a los antiguos moradores a gran presión psicológica. A algunos nos pareció exorbitante. No pudimos soportarla.
Los cambios habían llegado a CASA. Los diligentes e infatigables jóvenes, la mayoría recién salidos de la Universidad, pronto impusieron un orden nuevo. Probablemente fuera necesario. Seguramente era el camino más recto. Lo que no me cabe duda es que no estuvo exento, en algunos casos, de un comportamiento altivo y arrogante.
Creo que fui bastante afortunado en el segundo piso del edificio nuevo. Muchos de mis compañeros me ayudaron a conseguirlo. De todos aquellos nombres emergen con mucha fuerza los de Domingo Balaguer, Maruja Martínez, Adelia Martín, Blanca Martínez, Enrique Pérez Doblas, Juan Montero, Mª Teresa Gómez Moraleda, Cesar Antón, Maruja Fole, José María Martínez Judez, Sonsoles Casares, María Luisa… algunos de estos ya no están entre nosotros. Otros muchos, que prefiero no mencionar hoy, seguramente van a leer estás líneas. Ellos comprenderán que, por razones obvias, no los nombre en esta ocasión…
….Se estaba empezando a crear CESA. Alfredo Martínez me propuso incorporarme al nuevo equipo que quería formar. Dos días después le llamé por teléfono para decirle que me iba con él. No aguantaba más el aire irrespirable que me rodeaba. Tenia que intentar recobrar la antigua ilusión que un día tuve y que me había abandonado.