
Desviat, Fuentes Pila, Périz y Macías
Foto: EFE


EFE
El atleta paralímpico sudafricano Oscar Pistorius se recupera de las lesiones sufridas en la cabeza y en la cara en un accidente de barco el pasado sábado en el río Vaal (Sudáfrica).
La portavoz del hospital ''Milpark'' de Johanesburgo, Amelda Swartz, comunicó el lunes que Pistorius evoluciona positivamente y que, si sigue así, el miércoles abandonará los cuidados intensivos y pasará a planta.
El atleta fue trasladado de inmediato al hospital en helicóptero tras sufrir el accidente y le operaron de urgencia el domingo.
"Si todo va bien, el viernes podrá volver a casa", aseguró Swartz.
Peet van Zyl, el representante del atleta, dijo el domingo que Pistorius espera competir en las carreras de 100 y 400 metros en los Mundiales Paralímpicos de Manchester en mayo.
"Oscar regresará muy pronto a su trabajo porque sus lesiones no han afectado a las piernas, brazos o costillas", confirmó Van Zyl.
Pistorius, quien sufrió a los once meses después de nacer la amputación de sus piernas a la altura de las rodillas porque no tenía peronés, comenzó a correr en 2007 frente a atletas convencionales con piernas ortopédicas.
El atleta compitió en 2008 en los Parlímpicos de Pekín, donde ganó tres medallas de oro en los 100, 200 y 400 metros.
En enero del año pasado, la IAAF impidió a Pistorius correr junto a corredores convencionales al entender que la fibra de carbono, con la que están fabricadas sus piernas artificiales, le concedía una ventaja frente a sus compañeros.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) sí le concedió la posibilidad de competir en esta modalidad si lograba la marca mínima establecida, 45.55 segundos. Esta marca no la consiguió para Pekín 2008, ya que se quedó en los 46.25 segundos, y por eso disputó los Paralímpicos.
Pistorius ha asegurado que su principal propósito para este año es competir con corredores convencionales en los Mundiales de atletismo al aire libre de Berlín en agosto y entrenarse para los Juegos de 2012 en Londres.
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La salud ósea de la población infantil española está en la cola de Europa. Casi el 60% de los niños tiene déficit de vitamina D y apenas el 10% ingiere la dosis de calcio diaria necesaria para obtener unos huesos fuertes, sanos y resistentes en un futuro. La vida sedentaria, la mala alimentación y la falta de actividades al aire libre parecen ser las causas de que los huesos de los niños españoles sean de peor calidad que los de los europeos, según un informe de la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Óseas (Fhoemo).
De pequeños se desarrolla el 90% del esqueleto que se tendrá de adulto
Hacer deporte en edad escolar retrasa la osteoporosis más de una década
En España, el número de personas con osteoporosis aumenta cada año. Hoy día, casi la mitad de los ancianos sufre esta enfermedad, caracterizada por la fragilidad ósea (huesos porosos) y la tendencia a las fracturas. "La osteoporosis es en realidad una enfermedad geriátrica que se inicia en la infancia", dice Manuel Díaz Curiel, presidente de Fhoemo. Por ello, asegura, la prevención se debe iniciar en este periodo crucial para el desarrollo de los huesos. En la infancia se desarrolla "más del 90% de la masa ósea que tendrá el adulto", abunda Luis Miguel del Río, director médico del centro Cetir (Barcelona),
Bastan pequeños cambios en el estilo de vida y la alimentación del niño para generar cambios rápidos y efectivos sobre la construcción y formación de los huesos, según Del Río. "Dichos cambios pueden prevenir y evitar enfermedades óseas que darán síntomas en edades más avanzadas". Así, se estima que el ejercicio físico regular durante la infancia aumenta un 20% la masa ósea y retarda la osteoporosis más de 10 años.
Aunque no se puede aventurar que en el futuro vaya a haber una epidemia de osteoporosis en España, la actual situación obliga, según Díaz Curiel, a adoptar medidas preventivas desde la infancia. "Mejorar la masa ósea debe ser un objetivo de salud pública", subraya.
En este sentido, la campaña Alimenta sus huesos, cuida su salud, promovida por Fhoemo, pretende concienciar a la población acerca de la importancia de una correcta formación de la masa ósea en la infancia para prevenir la osteoporosis. Y para ello, además, pide a la Administración que promocione los alimentos enriquecidos con vitamina D.
No es la primera vez que se da la señal de alerta sobre esta situación. En 2006, todas las sociedades médicas relacionadas con la osteoporosis redactaron una declaración en la que se señalaba que "la prevención de la osteoporosis empieza en etapas tempranas de la vida y continúa a lo largo de toda ella. Junto con una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio diario, la ingesta adecuada de calorías, el calcio y la vitamina D son esenciales para su prevención".
La buena noticia es que basta con mejorar los patrones dietéticos y el estilo de vida para revertir esta situación, según Del Río. De los factores que influyen en la formación del hueso, unos no pueden cambiarse, como la herencia genética; pero sobre otros sí se puede intervenir, como el consumo de vitamina D y calcio, el estilo de vida y el ejercicio físico.
Todos los datos indican que los niños españoles no tienen los elementos necesarios para una buena salud ósea en un momento crítico. Según Díaz Curiel, son además especialmente vulnerables las niñas, los intolerantes a la lactosa y quienes hacen dieta.
La solución a este problema es, sin embargo, "bien sencilla: prevenir en la infancia mediante campañas educativas", recalca Carmen Sánchez, de la Asociación Española contra la Osteoporosis. Y en esta prevención deben estar implicados los padres, profesores y pediatras. Para mejorar el consumo de vitamina D, más complejo que el de calcio, proponen desarrollar políticas de salud pública encaminadas a enriquecer los productos lácteos y una regulación adecuada. Porque, como ellos mismos reconocen, no todos los alimentos que dicen estar enriquecidos con vitamina D lo están.
El calcio es un elemento fundamental en la infancia, pero los niños españoles no lo ingieren en las cantidades necesarias. Es imprescindible para tener huesos sanos y reducir el riesgo de osteoporosis y fracturas a lo largo de la vida. Sin embargo, es muy fácil tomar el calcio necesario (800-1.300 miligramos por día, según la edad). La leche, los yogures, el queso, algunas verduras y los frutos secos son ricos en calcio. "Bastan cuatro unidades de lácteos al día para recibir el calcio necesario", indica José Manuel Quesada, del hospital Reina Sofía de Córdoba.
No obstante, el calcio necesita otro elemento para absorberse y para que se forme correctamente el hueso: la vitamina D. El organismo la adquiere mediante su exposición a los rayos solares o con la ingesta de ciertos alimentos, aunque pocos la contienen (leche, sardinas, ostras).
Curiosamente, algunos estudios realizados en España y otros países mediterráneos, muestran que, a pesar de presumir de sol, su población infantil presenta un importante déficit de vitamina D. Como dice Quesada, "debemos desmitificar la exposición al sol en nuestro país. No adquirimos las suficientes reservas de vitamina D".
La dieta parece ser la única alternativa válida para ingerir la cantidad necesaria. Pero algunos estudios epidemiológicos muestran que los niños españoles no obtienen las cifras necesarias de vitamina D con la alimentación. En Cataluña, por ejemplo, las niñas ingieren cada día 120 unidades, de vitamina D, y los niños, 196; en Canarias, las niñas toman 60 y los niños, 75. Y la cantidad recomendada es de 200 unidades al día. El estudio Optiford, realizado en cinco países europeos, mostraba un panorama similar: en verano, las niñas españolas tenían un aporte de vitamina D un 17% inferior a lo necesario, y en invierno un 45% menor.
Fuente: el pais.com
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