Blanka Vlasic estará en Doha.
FOTO: MARCA.COM
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El descomunal Aspire Dome, la instalación deportiva cubierta más grande del mundo, de 120.000 metros cuadrados distribuidos en cuatro niveles y cuyo interior alberga un campo de fútbol, se le queda pequeño a Bolt, campeón olímpico y mundial de 100, 200 y 4x100 metros, para quien los 60 metros son un territorio incógnito.
Yelena Isinbáyeva, Meseret Defar, Blanka Vlasic, Dayron Robles, Liu  Xiang y una larga nómina de ases del atletismo lucharán este fin de  semana por lucirse en los Mundiales en pista cubierta de Doha y ganar  presencia en los medios aprovechando la ausencia del más grande, el  jamaicano Usain Bolt. El descomunal Aspire Dome, la instalación  deportiva cubierta más grande del mundo, de 120.000 metros cuadrados  distribuidos en cuatro niveles y cuyo interior alberga un campo de  fútbol, se le queda pequeño a Bolt, campeón olímpico y mundial de 100,  200 y 4x100 metros, para quien los 60 metros son un territorio  incógnito.
Junto a los 26 títulos en juego, más de 600 atletas de 150 países se  disputarán, del 12 al 14 de marzo, los espacios que en otros campeonatos  acapara Usain Bolt. Allá donde compite, el velocista jamaicano  concentra el 40 por ciento de la información, según estudios de la IAAF.  Los Mundiales en sala de Doha ofrecen una doble originalidad. Serán,  por un lado, los primeros en trece ediciones que, en lugar de  calefacción, tendrán aire acondicionado (en el exterior hay 31 grados), y  adoptarán, por otra parte, un programa de competición que le convierte  en un macromitin de dos días.
La primera jornada, este viernes, está reservada a las eliminatorias,  y las finales se concentrarán en las sesiones del sábado y el domingo.  Los atletas que no se ganen el puesto el primer día pasarán a engrosar  el número de espectadores. El número de países representados en los  primeros Mundiales de Oriente Medio (150 según la IAAF) supera el récord  del 2008 en Valencia, donde compitieron tres menos. En total, 657  atletas participantes (374 hombres y 283 mujeres). La presencia de  Isinbáyeva, en busca de su cuarta medalla de oro en pértiga y tal vez de  su récord mundial número 28, y la reanudación del combate entre el  cubano Dayron Robles y el chino Liu Xiang en vallas, una vez recuperados  de sus respectivas lesiones, concentra el interés de los campeonatos.
Robles y Xiang no se han visto las caras en una carrera completa  desde septiembre del 2007, cuando el cubano le derrotó en la reunión de  Shangai. Después el destino ha querido que no volvieran a enfrentarse.  Hace dos años, en Valencia, el antillano quedó eliminado en la primera  ronda al quedarse clavado en la salida, y el título fue para Xiang pese a  que no había competido una sola vez en la campaña invernal. En Doha, el  duelo Robles-Xiang tendrá un testigo incómodo, el estadounidense  Terrence Trammell, campeón en Lisboa 2001 y Moscú 2006, que encabeza la  lista mundial del año con 7.41 en la altitud de Alburquerque y 7.43 como  segunda marca. Robles viene con 7.44 y Xiang, como acostumbra, sin  haber competido bajo techo.
Los 3.000 metros masculinos ofrecen un interesante combate a tres  continentes. El etíope Tariku Bekele, segundo en la lista mundial con  7:31.78, defiende su corona frente al estadounidense de origen keniano  Bernard Lagat, campeón en 2006, y el plusmarquista europeo, el español  Sergio Sánchez (7:32.41). El más rápido del año en la carrera de las  quince vueltas ha sido el keniano Augustine Choge (7:31.75), que llega  acompañado de Sammy Mutahi (7:32.02). La carrera de 1.500 tiene un  favorito indiscutible en el etíope Deresse Mekonnen, defensor del título  y líder del ránking mundial con 3:33.10. Los kenianos Gideon Gathimba  (3:35.40) y Haron Keytany (3:35.69) serán rivales de cuidado. En un  segundo plano, los españoles Diego Ruiz (3:37.86) y Álvaro Rodríguez  (3:38.06).
En 800 metros el sudanés Abubaker Kaki, que en Valencia 2008, con 18  años, se convirtió en el campeón más joven de la prueba, vuelve a ser el  favorito con una marca de 1:46.29, aunque su compatriota Ismail Ahmed  Ismail, subcampeón olímpico, llega con 1:45.99. El ruso Ivan Ukhov (2.30  en altura), el australiano Steve Hooker (inédito este año bajo techo en  pértiga), el sudafricano Godfrey Mokoena (8,22 en longitud al aire  libre) y el sueco Christian Olsson (dos veces campeón en triple) parten  como favoritos en los saltos, y el estadounidense Christian Cantwell  aspira a ser el primero con tres coronas de peso.
El programa femenino presenta una final con morbo, la de 1.500, en la  que la española Natalia Rodríguez, descalificada en los Mundiales de  Berlín después de haber ganado, se enfrentará a la actual campeona bajo  techo, la etíope Gelete Burka, a la que derribó en el Olímpico berlinés,  y a la bahrainí Maryam Jamal, que consiguió el título tras aquél  percance. Los pronósticos oficiales apuntan a un doblete etíope con  Burka y la estrella emergente Kalkidan Gezahegne, de 18 años, pero la  sed de venganza de Natalia Rodríguez puede trastocar el orden de  llegada.
En 3.000, Meseret Defar aspira a un cuarto título consecutivo que no  tiene precedentes. Parte con la mejor marca del año (8:24.46) y en la  lista de inscritas no aparece nadie que pueda hacerle sombra. Para la  croata Blanka Vlasic, Doha constituye una nueva oportunidad de relegar a  Ariane Friedrich. Con un mejor salto de 2,06 la superioridad de Vlasic  no admite réplica y sólo un improbable fallo podría conceder opciones a  la alemana (2,02) y a la española Ruth Beitia (2,00), dos veces  subcampeona de Europa. Isinbayeva necesita olvidar con una nueva medalla  de oro su fracaso en los Mundiales de Berlín. Ha saltado dos veces este  año y en ambas ha vencido con 4,85, por lo que su cuenta de récords  permanece en 27. La brasileña Fabiana Murer, bronce en Valencia, aspira a  mejorar aquí al menos un puesto.
Fuente: marca.com

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