lunes, 2 de marzo de 2009

3133. El estreno de la quinta del noventa. El saltador Miguel Ángel Sancho, que aspira a la final, lidera a los jóvenes españoles en los Europeos.


Miguel Ángel Sancho, junto al marcador con su mejor marca.
Foto: EL PAIS.com

Miguel Ángel Sancho

AMAYA IRÍBAR - Madrid
El año después de unos Juegos Olímpicos es un año atípico en el atletismo. Algunas estrellas se retiran y la mayoría, simplemente, se toma un respiro. Al menos, hasta el verano, cuando llegan las grandes pruebas al aire libre, incluidos los Mundiales. Por eso también es un año para experimentar, para que los más jóvenes pidan paso y empiecen a codearse con los mejores. En España es la hora del saltador Miguel Ángel Sancho y, en menor medida, del velocista Alberto Gavaldá, ambos nacidos en la década de los noventa y que vivirán su estreno con los mayores en los Europeos de pista cubierta, que empiezan el viernes en Turín (Italia).
Entre los aficionados, el nombre que más suena es el de Sancho. Con 18 años, ha saltado 2,27m, la mejor marca junior del año y que le iguala a los mejores del mundo a su edad. Y eso que el valenciano, que empezó en esto del atletismo hace sólo tres años por recomendación de una profesora, lucha con un defecto de fábrica: es bajito. Apenas mide 1,80m frente a saltadores que rozan los dos metros. "La estatura te da ventaja, pero no lo es todo. Lo importante es saltar. Si te faltan centímetros, pues tienes que saltar más", afirma con desparpajo en una conversación telefónica.
Sancho no tenía planeado ir a los Europeos... Hasta que empezó a saltar de miedo. En la federación española creen que, si es capaz de repetir su mejor marca, alcanzará la final. Pero ni el saltador, que todavía es junior, ni su entrenador, José Peiró, quieren oír hablar de ello. "La idea es que aprenda a moverse en una competición absoluta, que coja experiencia", dice el técnico, y coincide con su pupilo.
Sancho, además, llega tocado. Cogió frío en una competición y derivó primero en una infección de garganta y luego en una bronquitis. Remedio: dos semanas de antibióticos, el último ingerido el pasado viernes. Todos los entrenamientos, trastocados. "La medicación me ha dejado un poco chafadete", resume el atleta. Para su técnico, que reconoce que "se ha entrenado lo que ha podido porque le costaba mucho", la principal preocupación es que "se hallaba en un estado de forma muy bueno y ha perdido un poco la chispa. Pero es joven y aún queda una semana".
El saltador compite el viernes. El miércoles volará desde Madrid con todo el equipo. Un equipo en el que sólo hay un atleta menor que él, el aragonés Alberto Gavaldá. Nacido en 1992, se acaba de proclamar campeón de España de 200m, prueba que no existe en los Europeos. Así que se estrenará en una gran competición internacional en los 60m. Gavaldá no tiene muchas posibilidades en Turín, como tampoco las tiene la veinteañera Natalia Romero en los 400m. Otra cosa es Fran España, el hermano pequeño de Jesús, más fogueado a sus 24 años y que puede meterse en la final de los 3.000m. Pero el estreno de verdad es el de los pequeños, el de los nacidos en los años noventa, con Sancho a la cabeza.
Fuente: el pais.com

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