viernes, 18 de abril de 2008

El Papa se reúne por sorpresa en Washington con víctimas de abusos sexuales. El Pontífice les trasladó "palabras de cariño, coraje y esperanza"


El papa Benedicto XVI, de visita en Estados Unidos, ha pedido a presidente George Bush que use la diplomacia para resolver los conflictos internacionales. El presidente estadounidense ha recibido al Papa en la Casa Blanca en el prímer día de visita del jefe de la Iglesia de Roma.
Benedicto XVI se ha reunido por sorpresa en Washington con un grupo de hombres y mujeres víctimas de abusos sexuales cometidos por curas católicos, en el tercer día de su primera visita a Estados Unidos, ha informado el Vaticano en un comunicado.
Benedicto XVI y George W. Bush pasan revista a la Vijea Guardia en los jardines de la Casa Blanca.- AP
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La nota de la Santa Sede asegura que al encuentro también acudió el actual arzobispo de Boston, el cardenal Sean 0’Malley, que reemplazó a Bernad Law en diciembre de 2002, después de que éste tuviera que renunciar al cargo por los casos de pederastia en su diócesis.
“Rezaron con el Santo Padre, que después de escuchar cada caso les ofreció palabras de coraje y esperanza", explica el comunicado papal. "Su Santidad les apoyó en sus oraciones por su familia y por todas las víctimas de los abusos sexuales", añade.
El Pontífice se reunió con las víctimas en la capilla de la embajada del Vaticano en Washington. Una fuente próxima a la Santa Sede ha dicho que había alrededor de media docena de personas junto al Papa. El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, por su parte, ha dicho que la atmósfera que rodeó el encuentro era de mucha emoción. Lombardi ha explicado que la reunión se extendió 25 minutos, durante los cuales Benedicto XVI fue conociendo en privado y uno a uno el relato pormenorizado de las víctimas de los abusos.
Benedicto XVI tuvo "palabras cariñosas" para el grupo y el cardenal O'Malley puso a disposición del Papa un cuaderno con los nombres de alrededor de un millar de víctimas de abusos sexuales en Boston, para que que pudiera rezar por ellos, ha dicho Lombarda.
Antes del encuentro, Bernie McDaid y Olan Horne, dos de las personas sometidas a abusos cuando eran niños, han expresado su escepticismo en unas declaraciones a la radio estadounidense. "No le saludaré con reverencia y no besaré su anillo", ha dicho Horne "Si sólo nos ofrece tópicos y obviedades, te garantizo que seré la primera persona que diré que ese hombre no tiene la autoridad moral para gestionar la Iglesia Católica. Espero más que un simple perdón cuando abandone la habitación", ha resumido esta victima. Después del encuentro ni Horne ni el resto de víctimas quiso hacer declaraciones.
La visita del Papa a territorio estadounidense es la primera después de la ola de escándalos sexuales que salpicó de lleno en 2002 a la jerarquía católica de Estados Unidos, provocando denuncias ante los tribunales que han obligado a la Iglesia Católica a pagar 2.000 millones de dólares en indemnizaciones.
El escándalo de los curas pederastas estalló en Boston, donde las autoridades eclesiásticas fueron muy criticadas al optar por el traslado de destino para los curas implicados en vez de expulsarlos del sacerdocio o poner el caso en conocimiento de los tribunales y las autoridades civiles del Estado.
Baño de masas
Miles de católicos estadounidenses se dieron cita ayer en el estadio de los Nationals, el equipo de béisbol de Washington, para asistir a una misa oficiada por el Papa Benedicto XVI, que inició hace tres días una visita a EE UU. Se trata del primer acto masivo del Pontífice en su primera visita al país -la primera de un Papa en los últimos 30 años- aunque no será el último, ya que tiene prevista otra misa en el estadio de los Yankees de Nueva York. Durante la homilía, Benedicto XVI ha pedido a los católicos estadounidenses que se reconcilie con la Iglesia tras los casos de abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes, un escándalo, por el que ya el miércoles reprimió a sus obispos.
El Papa ha reconocido ante las 45.000 fieles que han llenado el Nationals Park el "dolor y el daño causado" por los sacerdotes implicados. No obstante, ha invitado a los católicos "a promover la recuperación y la reconciliación y para ayudar a los que han sido dañados", así como a que "estimen a sus sacerdotes y los reafirmen en el excelente trabajo que hacen".
(publicado en el pais.com)
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