Chema Martínez ganó ayer el primer maratón de su vida y lo hizo en Madrid, su casa. Fue quien menos pinchó en la parte final de la carrera, después de que la prueba se lanzase a un ritmo casi suicida. Se pasó el medio maratón en 1h 04:19, registro de locos en una carrera como la madrileña, con un circuito ondulado, a más de 600 metros de altitud y, ayer, con temperaturas muy altas.
Chema escoltó a los africanos durante 30 km, poco a poco se fue dejando ver y alrededor del kilómetro 33 les dejó atrás. Venció en lo que los maratonianos llaman el Muro, una barrera psicológica y física contra la que muchos se estrellan. Chema, ayer, se estrelló un poco, pero mucho menos que los demás.
"El ritmo ha sido infernal. Todos nos hemos roto, pero yo el que menos. He trabajado mucho para ganar: me he entrenado a ritmo de 200 km a la semana desde septiembre. La marca era lo de menos; lo que quería era vencer, y lo he conseguido. Agradezco mucho el apoyo de la gente durante todo el recorrido. Me espera Pekín y espero hacerlo bien", decía Chema tras la carrera.
Según la organización tomaron la salida 13.000 corredores, de los que acabaron 7.739.
(publicado en as.com)
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