Asafa Powell se impone a Usain Bolt
GERARDO RIQUELME / Madrid
Cuando el ganador de los 100 metros lisos cruce la línea de meta el 19 de agosto en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín, en los televisores chinos los atletas aún estarán en los tacos. La paradoja responde a la medida que ha acordado el gobierno de la extensa nación asiática de retrasar la emisión 10 segundos durante todos los Juegos, con el fin de contar con un margen de tiempo para que el realizador pueda burlar posibles reivindicaciones políticas contrarias al régimen o altercados durante la celebración del evento.
La medida no tendrá efecto en el resto de cadenas del mundo que podrán emitir durante los Juegos todo tipo de retransmisiones en directo, incluidas las manifestaciones que haya, en lo que las autoridades han definido como una “completa libertad” para los medios de comunicación, aunque ya se han elevado denuncias porque en la práctica no se ha llevado a cabo ese liberalismo pregonado.
La decisión del retraso no es, sin embargo, una medida inédita. La SuperBowl, el mayor espectáculo del país que presume de libertades (Estados Unidos) lleva emitiéndose dos años con un retraso de cinco segundos después del desliz que tuvo en 2005 Janet Jackson, que en un giro durante la actuación del descanso exhibió un pecho durante 96 centésimas, hecho que sobresaltó al puritanismo más extremo. China ya vivió una mala experiencia reciente, en 2007, cuando en los Juegos Asiáticos de Invierno un equipo coreano del Norte de patinaje de velocidad subió al podio con una pancarta que reclamaba para su país la propiedad del volcán Changbai, frontera entre China y Corea del Norte.
Fuente: marca.com
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Cuando el ganador de los 100 metros lisos cruce la línea de meta el 19 de agosto en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín, en los televisores chinos los atletas aún estarán en los tacos. La paradoja responde a la medida que ha acordado el gobierno de la extensa nación asiática de retrasar la emisión 10 segundos durante todos los Juegos, con el fin de contar con un margen de tiempo para que el realizador pueda burlar posibles reivindicaciones políticas contrarias al régimen o altercados durante la celebración del evento.
La medida no tendrá efecto en el resto de cadenas del mundo que podrán emitir durante los Juegos todo tipo de retransmisiones en directo, incluidas las manifestaciones que haya, en lo que las autoridades han definido como una “completa libertad” para los medios de comunicación, aunque ya se han elevado denuncias porque en la práctica no se ha llevado a cabo ese liberalismo pregonado.
La decisión del retraso no es, sin embargo, una medida inédita. La SuperBowl, el mayor espectáculo del país que presume de libertades (Estados Unidos) lleva emitiéndose dos años con un retraso de cinco segundos después del desliz que tuvo en 2005 Janet Jackson, que en un giro durante la actuación del descanso exhibió un pecho durante 96 centésimas, hecho que sobresaltó al puritanismo más extremo. China ya vivió una mala experiencia reciente, en 2007, cuando en los Juegos Asiáticos de Invierno un equipo coreano del Norte de patinaje de velocidad subió al podio con una pancarta que reclamaba para su país la propiedad del volcán Changbai, frontera entre China y Corea del Norte.
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